Sesión de control
Seis segundos en el metaverso: la “afinidad” argumental de la oposición refuerza a Moreno
El portavoz de Vox cita a la líder de Por Andalucía y el del PSOE-A alude al del partido de Abascal en busca de argumentos contra el presidente Teresa Rodríguez considera la bajada de impuestos “una ‘convidá’ de gambas”
Juanma Moreno –traje azul y corbata más clara– pudo ir a degüello en la sesión de control del Parlamento de Andalucía pero se contuvo y, admitió, se mordió la lengua. El portavoz de Vox, Manuel Gavira, citó a la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto y el portavoz del PSOE-A, Juan Espadas –con corbata morada– a su vez citó al portavoz de la ultraderecha. Fueron seis segundos en el metaverso. La «afinidad» argumental de Vox-PSOE-Por Andalucía otorga gran parte de la fuerza del discurso al presidente. A Inmaculada Nieto sí le recordó Moreno los problemas «internos». De hecho, sus compañeros –es un decir– de Podemos al inicio ni siquiera aplaudían las intervenciones de su portavoz.
Se trata de una oposición en Andalucía rota como la voz de Bonnie Tyler, con la belleza que pueda tener, acaso, la pátina de la nostalgia. Espadas insistió en su rechazo a la reforma de Moreno: «Ustedes son los mismos de siempre, con estas medidas ha demostrado ser un gobernante de derechas, muy de derechas, como le decía en la campaña». El líder socialista acusó a Moreno de «dumping fiscal» y éste le replicó si entonces todos los países de la UE son paraísos fiscales. Espadas cuestionó si Moreno quiere «inversores o evasores fiscales» defendiendo que «ser patriota hoy día, creer en España, es saber que ahora toca pagar impuestos, sobre todo aquellos que más renta tienen». El portavoz de Vox, Manuel Gavira, pidió más reducción fiscal y «no despilfarrar» los recursos con gastos «superfluos».
La portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, lamentó que «la sobredosis de estímulos positivos» lleve al presidente «a perder la conexión» con la realidad con «una ensoñación» lejos del «infierno» de «muchos andaluces». La portavoz de Adelante, Teresa Rodríguez, de su lado, definió la bonificación del impuesto de Patrimonio como «una ‘convidá' de gambas» para ricos.
En la vicepresidencia del Parlamento estaba la popular Ana Mestre, que durante los debates en los que sustituyó al presidente Jesús Aguirre salvó los agarrones, cuando el partido de Abascal insistía en llamarla «presidente». Mestre pidió, primero, que la se la llamara presidenta. Ante la insistencia, pasó a dirigirse a la diputada de Vox como «señora diputado». Tras Moreno, dos filas más atrás, estaba el ex consejero de Hacienda y portavoz económico del PP Juan Bravo con pinganillo, pendiente de los anuncios de la ministra Montero, y el ex portavoz andaluz Elías Bendodo: los hombres de Feijóo en la Cámara andaluza. En la bancada de enfrente, su sustituto Ramón Fernández-Pacheco, atendía todas las intervenciones. Con Teresa Rodríguez en el uso de la palabra, desde un portátil a la entrada de la antigua capilla de las Cinco Llagas sorpresivamente empezaron a sonar canciones de Sinatra y los ujieres tuvieron que sacar el ordenador. La legislatura apunta sin contemplaciones a un «My way» de Juanma Moreno.
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