Los alumnos andaluces podrán salir de clase a las 12 si el calor es extremo

«No es lo mismo un 10 de junio en un colegio de Écija que en uno de Chipiona». De esta manera tan gráfica justificó la consejera de Desarrollo Educativo, Patricia del Pozo, la posibilidad de que los alumnos andaluces terminen la jornada lectiva a las 12:00 horas en momentos de calor extremo. Tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, Del Pozo detalló la actualización del protocolo que ha enviado su departamento a los centros educativos con indicaciones para actuar ante las altas temperaturas.

Un documentos que ya existía en 2017, cuando el PSOE gobernaba la Junta, y que se ha actualizado «para dar una herramienta a los centros» en situaciones de calor y «evitar ambigüedades», tal y como señaló Del Pozo. Una de las medidas más llamativas es la posibilidad de que los alumnos terminen las clases a las 12:00 horas –nunca antes– cuando la localidad en cuestión se encuentre «como mínimo» en alerta naranja o roja. Este extremo ha generado cierta confusión en la comunidad educativa, por lo que la consejera explicó las circunstancias concretas de su aplicación. La salida anticipada deberá contar con la autorización de los padres, que deberán personarse en el centro, o un representante legal, para recoger al alumno. Los progenitores tendrán que firmar un documento en el que figurará la hora exacta de la salida. Se trata de una medida excepcional y la dirección podrá valorar incluso adelantar dicho hito horario.

Esta circunstancia no afectará a la jornada lectiva, que se mantendrá sin alteración para los alumnos que permanecen en el centro hasta que finalice el horario habitual. El tiempo diario de la jornada escolar dedicado los servicios complementarios, como el comedor, tampoco se verá alterado. Tal y como aseguró la consejera, la medida tiene un carácter «muy excepcional» y se activará durante «un periodo muy limitado de tiempo», teniendo en cuenta que nos encontramos en el mes de mayo y que en junio termina el curso escolar.

El protocolo ofrece la posibilidad a los equipos directivos de activar las medidas contra el calor el 15 de mayo, cuando lo habitual era el 1 de junio. También recomienda, entre otras cuestiones, evitar realizar actividades en lugares muy calurosos del centro; cambiar el horario de algunas asignaturas, como por ejemplo pasar Educación Física a primera hora de la mañana; o aplazar actividades extraescolares o excursiones que ya estuvieran programadas.

Los docentes recibirán formación específica sobre cómo actuar en situaciones de mucho calor y sobre las posibilidades que ofrece el protocolo. El 15 de mayo se celebrará una jornada intensiva, de manera telemática, impartida por profesionales sanitarios y expertos en la materia. Además, los médicos de los 82 Equipos de Orientación Educativa realizarán sesiones de asesoramiento en los centros ubicados en zonas donde proliferen olas de calor.

Esta actualización del protocolo se suma al desarrollo del denominado Plan de Bioclimatización, que contempla actuaciones en 430 centros educativos, con una inversión que asciende a 140 millones de euros. Los trabajos consisten básicamente en la implantación del sistema de refrigeración adiabática, un mecanismo alternativo al aire acondicionado convencional que consigue bajar la temperatura interior de las aulas mediante la evaporación de agua. Sus principales ventajas son el bajo consumo eléctrico –hasta un 80% inferior al aire acondicionado– y las menores emisiones de CO2. Asimismo, funciona con las ventanas abiertas y utiliza siempre el aire fresco, sin recirculación, garantizando de este modo la calidad del aire interior. También se contemplan otros 26 millones para medidas pasivas, como toldos, pérgolas y la cubrición de pistas deportivas. Ya hay 74 obras terminadas, 272 en construcción, 62 contratadas y 22 en proceso de contratación. «Nos quedan muchos colegios, pero el que no empieza nunca acaba».