Historia

Una biblioteca mágica instalada en una iglesia del siglo XIV

La riada del Tamarguillo de los años 60 provocó que los magos de Sevilla trasladaran su centro de operaciones

 Sede del Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía.
Sede del Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía.La Razón

Entre la plaza del Pelícano y la calle San Hermenegildo se encuentra la Iglesia de Santa Lucía, una antigua iglesia gótico-mudéjar de Sevilla construida en la primera mitad del siglo XIV. Actualmente esta desacralizada y es propiedad de la Junta, pero ha ido cambiando de manos desde que se fundó y guarda una mágica historia en su interior.

Por comenzar desde el principio, en ella se establecieron en un inicio la Orden de los Caballeros de Alcántara. Hacia 1640 se funda en la parroquia la Hermandad de los Panaderos, que tuvieron capilla propia.

En 1810, durante la invasión francesa, la Hermandad de la Trinidad traslada, de forma provisional, sus imágenes titulares a la parroquia de Santa Lucía, por haber ocupado los franceses la Iglesia en que residían. El 2 de febrero de 1846 fue bautizada en esta iglesia Santa Ángela de la Cruz.

En 1868, la Junta Revolucionaria cerró al culto Santa Lucía, alegando que Sevilla tenía demasiadas parroquias, y fue vendida a propietarios particulares y adquiere diversos usos como el de almacén, fábrica de fósforos o cine. Ante este deterioro, la portada gótica fue trasladada a la iglesia de Santa Catalina en el año 1930, hecho que se recuerda en la lápida conmemorativa situada en esa parroquia.

La gran inundación, el origen de esta historia

Treinta años más tarde, una gran inundación sacudió la ciudad de Sevilla. En noviembre de 1961 Sevilla sufrió la mayor inundación de la historia provocando que el muro de defensa del arroyo del Tamarguillo se rompiera y tres cuartas partes de la ciudad fueran inundadas. Uno de los damnificados fue el bar de la calle Lumbreras en cuya trastienda los magos se reunían.

Solo dos años antes, en 1959, la Sociedad Española de Ilusionismo celebraba su Congreso Mágico Nacional, un evento que hizo creer la pasión por el ilusionismo en Sevilla. A raíz de este encuentro empezó a crecer el fondo bibliográfico de la sociedad instalado en la trastienda del bar. Sin embargo, la inundación destruyó prácticamente todos los fondos de la biblioteca.

Algunos magos consiguieron salvar los libros que estaban en las estanterías superiores y tomaron la decisión de dividir los rescatados entre tres de ellos, que se dedicaron a cuidarlos en sus respectivos hogares. Sin embargo, en 1991 se constituye en el Pub Magia y Música el Círculo Mágico de Sevilla , una asociación que aglutinaba a los ilusionistas de la capital hispalense. La primera de sus tareas fue recuperar aquellos libros del bar de la calle Lumbreras y una vez que los encontraron, se creó otro fondo bibliográfico en el Centro Cívico Tejar del Mellizo, donde los magos se reunían una vez por semana.

No obstante, estaba la preocupación por lo desprotegidos que estaban los libros, por lo que comenzaron con la búsqueda de un lugar en el que fueran más accesibles. El lugar elegido estaba lleno de simbolismo: la iglesia de Santa Lucía, una obra arquitectónica del siglo XIV de estilo gótico-mudéjar, en la que se establecieron los caballeros de la Orden de Alcántara y sirvió como parroquia fundacional de la Hermandad de los Panaderos.

Esta iglesia, ya desacralizada, es titularidad de la Junta y desde 2012 es el Centro de Documentación de la Artes Escénicas de Andalucía.

Desde que los libros fueron a parar a Santa Lucía el fondo no ha hecho más que crecer y recibe aportaciones constantemente de la Junta de Andalucía y del Círculo Mágico de Sevilla. Está abierta al público y en ella podéis encontrar desde libros de hipnotismo y mentalismo hasta vídeos. De hecho, es el fondo andaluz de ilusionismo más importante de Andalucía y el tercero de España por detrás del de la Fundación March y el archivo de la Biblioteca Nacional. Y en lo que respecta a vídeos, es el mayor fondo videográfico a nivel nacional.