Economía

«Todos los meses sacrificamos ganado para abaratar costes»

El sector lechero de la provincia Cádiz se ahoga: «Es indignante que un litro de agua valga más que uno de leche»

El sacrificio continuo de cabezas de ganado y los recortes en la producción y comercialización de leche marcan desde hace meses al sector
El sacrificio continuo de cabezas de ganado y los recortes en la producción y comercialización de leche marcan desde hace meses al sectorLeche de ConilLeche de Conil

Hace casi 40 años que su abuelo, entonces en tierra de agricultores y ganaderos –el turismo aún no se vislumbraba en Conil de la Frontera–, decidió «liarse la manta a la cabeza» y abrir la que hoy sigue siendo la única ganadería e industria lechera de la provincia de Cádiz, CRA.

Desde aquel lejano 1984, a la empresa familiar le ha tocado vivir etapas muy diferentes, pero «ninguna tan complicada como la actual», asegura Fidel Romero, tercera generación y gerente de una sociedad que es fiel reflejo de la profunda crisis que atraviesa el sector ganadero y lechero por el desorbitado incremento de los costes de producción y los bajos precios que percibe por la leche.

El gerente de CRA-Leche de Conil asegura que «estamos ahogados, trabajando a pérdidas»

El sacrificio continuo de cabezas de ganado y, consecuentemente, los recortes en la producción y comercialización de leche (su ámbito de negocio son localidades de la provincia) marcan desde hace meses la realidad de una empresa que, pese a tener el valor añadido de vender parte de su producción directamente, trabaja a pérdidas, en un escenario de supervivencia.

«Lo que se está viendo no es fruto de un día, no es una sorpresa», subraya Fidel Romero. «Desde el primer semestre de 2021 venimos manifestándonos, trasladándole a la opinión pública y, sobre todo, a nuestros responsables políticos que los precios de la leche estaban y están muy por debajo de los costes de producción, que no se cumple la cadena alimentaria. Panorama que, lejos de mejorar, no ha hecho otra cosa que agravarse», explica. «Si bien es cierto que la leche ha subido algo de precio –continúa– la realidad es que el extraordinario incremento de los costes de producción hace que sigamos trabajando a pérdidas y que nuestra situación sea cada vez más desesperada».

Desesperación que, desde hace meses, les ha llevado a sacrificar entre dos y tres cabezas de ganado para, como lamenta, «tener menos bocas que alimentar, obtener algo de beneficio con la carne y, lo más importante, reducir algo las facturas», algo que califica de «casi» un autoengaño.

«Es verdad que de esta manera bajamos los costes, pero no es menos cierto que limitamos poco a poco nuestra producción de leche. Así que, como se suele decir, es la pescadilla que se muerde la cola; no es solución», se lamenta.

Un escenario que se complica final de mes tras final de mes, con «menos producción de leche –la sequía también está afectando a los animales–, un aumento continuo de los costes de las materias primas para la alimentación animal y, finalmente, un incremento de precios de la leche que sigue sin dar para cubrir los gastos a los que tenemos que hacer frente. En definitiva, «conforme pasa el tiempo tenemos más gastos y menos entrada de dinero”.

Las últimas subidas de precios de la leche a quienes menos han beneficiado es a los ganaderos. «No se trata de que suba la leche en el lineal, se trata de que nos llegue a nosotros», recuerda Romero. Y es que para este hijo y nieto de ganaderos, «ya está bien de que, con precios bajos, nos utilicen en los lineales como reclamo, ofreciendo un litro de leche por debajo de un litro de agua. Es indignante». De ahí que el gerente de CRA califique esta actividad de «vocacional» y de «alto riesgo». «Hace ya mucho tiempo que poco o nada se sabe del beneficio», insiste.

Pero ¿cuál es la solución para el sector en esta contexto?. «Estamos ahogados. Lo único que nos queda es achuchar, pedir préstamos y trabajar en un escenario de total incertidumbre a la espera de que se haga justicia y nos paguen por encima de los costes de producción. De lo contrario, el sector desaparecerá», señala Romero.

A su juicio, aunque es cierto que los agricultores lo están pasando mal también, «al menos pueden elegir no sembrar y no asumir costes». «Nosotros ni siquiera tenemos eso –continúa– porque, se tenga o no beneficio, tenemos que alimentar y atender (ordeños, alimentación, visitas del veterinario y controlador de producción, limpieza de corrales, etc.) a nuestros animales los 365 días del año».

Ante este escenario, que es extensivo a todo el sector, Fidel Romero no duda de que, «tal y como ya se está observando, se vaya a producir una falta de producto en los lineales de los supermercados. A eso vamos ante una situación de tanta precariedad», concluye.