Superviviente

«Si yo estoy aquí, es porque Diego ha muerto»

Juan José Marina, párroco de La Palma, no duda de que “mi sitio era ese”

El párroco habla con vecinas del barrio
El párroco habla con vecinas del barrioLa RazónLa Razón

Con el rostro aún desencajado por el dolor, el párroco de la iglesia de La Palma, Juan José Marina, no salía de su asombro por lo que calificaba de “inimaginable pesadilla”. “Esto es producto de la acción de una persona que ha tomado el nombre de Dios en vano y que ha ido todo lo equivocado que se puede ir en la vida; puesto que Dios es amor y vida y él lo que ha derramado ha sido odio y muerte”, señalaba en referencia al presunto autor de la muerte del sacristán de La Palma.

Juan José Marina, que se encontraba realizando unas confirmaciones en la iglesia de San Antonio cuando sucedió el suceso, no dudaba en afirmar que, “si yo estoy aquí, es porque Diego ha muerto. Mi sitio era ese”, aseguraba.

Sorprendido por un suceso que “solo somos capaces de imaginar si tienen lugar en las películas”, el párroco dejaba claro que “la convivencia entre la comunidad musulmana y la cristiana siempre ha sido buena”. “Tanto es así -añadía- que, por poner un ejemplo, el ochenta por ciento de las familias que ayudamos en Cáritas son musulmanas”.

Juan José Marina se mostraba confiado en que este terrible suceso no abra una grieta entre las comunidades y apuntaba que “ahora debemos levantarnos desde la fe y la esperanza. Sabemos que la Iglesia nace en el costado de Cristo, en la cruz, y que desde entonces ha sido derramada la sangre de la iglesia. Y a la vez somos testigos de que esa sangre derramada por los mártires ha dado fortaleza. Creo que el espíritu santo, que es al que ahora no acogemos, será el que nos dé consuelo, nos ilumine y, sobre todo, nos dé el don de la fortaleza, que es el que ahora necesitamos”.