La canalización de la presa de Rules ya solo depende del Gobierno

La acuciante sequía que sufre España, especialmente la comunidad andaluza, donde los embalses no llegan ni al 30% de su capacidad, a azuzado la «guerra del agua» entre la Junta de Juanma Moreno y el Gobierno de Pedro Sánchez. A la polémica por el nuevo plan de regadíos de Doñana, se suma ahora la financiación de la canalización de la presa de Rules, en Granada.

Los agricultores de la Costa Tropical de Granada se reunieron ayer con representantes de la Consejería de Agricultura para evaluar la financiación de esta infraestructura estratégica que daría solución a la falta de agua que sufren los municipios de la zona. De hecho, la situación es tan extrema, que ayer la Comisión de Gestión de la Sequía acordó mantener las restricciones en la cuenca mediterránea andaluza.

La consejera del ramo, Carmen Crespo, se reunió ayer con los agricultores para comunicarles que la Junta de Andalucía financiará la parte de las obras de esta presa que le tocaba a los regantes. Seguidamente, avisó al Ejecutivo de Sánchez de que ahora le toca cumplir su parte. A este respecto, Crespo adelantó que en la próxima comisión bilateral pondrá sobre la mesa esta inversión y exigirá al Gobierno que pague su parte y agilice la licitación del resto de proyectos de canalización en la presa de Rules.

Los regantes del Bajo Guadalfeo se quejan de que la presa de Rules lleva décadas acumulando agua sin que pueda ser utilizada para el regadío ni para el uso humano porque no se construyeron canalizaciones. A principios de este año, el Ministerio para la Transición Demográfica dio el pistoletazo de salida a las obras del primero de los 11 proyectos en los que se divide el plan para dotar de canalizaciones las presas de Rules y Béznar. En concreto, las obras de este primer proyecto de construcción forman parte de la primera fase de un total de seis de los que consta toda la red de canalizaciones. La que ya está puesta en marcha viene a poner en servicio las aguas del pantano de Béznar tras cuatro décadas de infrautilización y engloba la construcción de los desglosados 3 y 9.

El proyecto de obra 3 implica construir una tubería de 9,3 kilómetros y un diámetro de entre 1,4 y 0,8 metros desde la presa de Béznar, y otras dos secundarias más estrechas que suman una longitud de 11 kilómetros. También se concluirá la interconexión de Palmares (que llevará agua de Rules) hasta la cota 200 y una estación de bombeo. Aquí entran las obras del desglosado 9, referidas a la tubería de riego y abastecimiento de esa cota 200, y que será la que parta desde la presa de Rules (que está más abajo de la de Béznar y que quedarán interconectadas en Palmares). Es una obra de una tubería de 15,5 kilómetros y casi dos metros de ancho. A estas se unen las obras de la interconexión del Guadalfeo y su estación de bombeo, con una capacidad de 30.000 metros cúbicos.

La duración de esta fase se ha estimado en 36 meses, dando suministro al 25% de la superficie de riego, des decir, a unas 2.500 hectáreas de cultivo agrícola. Este proyecto, de los once diseñados, se está financiando al 80% con fondos europeos Next Generation. Hasta 2026 , el Gobierno prevé destinar 105 millones de euros para la instalación de las tuberías. Del 20% restante, un 10% corresponde a los regantes y el otro 10% a la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical de Granada.

La Junta se ha hecho cargo de la parte que le tocaba a los regantes y propuso que el otro 10% la asumiera el Estado, teniendo en cuenta la falta de recursos de los municipios granadinos afectados. De ahí, que la consejera pida al Gobierno que cumpla su parte y que, además, licite las obras de los proyectos de canalización restantes y las financie.

Por su parte, el PSOE pide a la Junta que, además de asumir la parte que le toca a los agricultores, asuma la de los municipios. Concretamente, la vicesecretaria general del PSOE granadino, Olga Manzano, consideró necesario «un paso más por parte de la Junta tras marear la perdiz durante casi tres meses». «Tras dilatar los tiempos para desbloquear el desarrollo de esta infraestructura vital para la Costa y posponer los encuentros con el Ministerio, ahora ante las dificultades financieras que supone para los ayuntamientos como para los agricultores hacer frente a su aportación, debería comprometerse a asumir la parte económica que los municipios deben aportar para el abastecimiento de agua», deslizó.