Salud
El cáncer de piel, un riesgo laboral: el 15% de albañiles sufren lesiones
Un estudio con 128 trabajadores de exterior en Fuengirola reveló queratosis actínica en el 8,6% y sospecha de tumor en el 6,2%
La sobreexposición de los trabajadores de exterior a la radiación ultravioleta (UV) solar es un problema de salud pública. Esta radiación está clasificada como carcinógeno humano tipo I por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) y según la OMS y la OIT, una de cada tres muertes por cáncer de piel se vincula con trabajos al aire libre.
Sin embargo, en nuestro país, el cáncer de piel todavía no está reconocido como enfermedad ocupacional, ni la legislación en prevención de riesgos laborales obliga a los empleadores a velar por las medidas de protección solar de sus trabajadores.
Para demostrar la necesidad de diseñar e implementar estrategias para reducir el riesgo de cáncer en ciertos sectores laborales , la directora y responsable de la Unidad de Gestión Clínica de Dermatología del Hospital Costa del Sol, Magdalena de Troya Martín, puso en marcha un estudio con 128 trabajadores del Ayuntamiento de Fuengirola de cuatro sectores profesionales: construcción, mantenimiento de parques y jardines, personal de limpieza urbana y vigilancia de playas.
A lo largo del proyecto se realizó una evaluación del riesgo de exposición a radiación ultravioleta mediante radiometría ambiental y dosimetría personal, una encuesta sobre hábitos, actitudes y conocimientos sobre exposición solar y un chequeo dermatológico completo.
La dosimetría personal se llevó a cabo entre los días 18 y 21 de junio de 2019, donde se alcanzó en promedio un índice de radiación ultravioleta máximo de 9.3, un valor clasificado como muy alto, en la escala que tiene un rango de 0 a 11. La dosimetría personal, realizada con un dosímetro biológico que 20 trabajadores llevaron en la muñeca a modo de reloj durante su jornada de trabajo, mostró que los trabajadores recibían, de media, una cantidad de radiación ultravioleta casi tres veces superior al límite máximo recomendado por las OMS para una jornada laboral.
En cuanto a la revisión dermatológica de la piel de los 128 participantes, cabe destacar que en el 79,7% de los examinados se encontraron lentigos solares, en el 8,6% hubo presencia de queratosis actínica –lesión precancerosa– y el 6,2% presentaron lesiones sospechosas de cáncer de piel. De las ocho lesiones detectadas, cinco fueron confirmadas como cáncer de piel mediante biopsia.
El estudio liderado por Magdalena Troya fue publicado por la revista «Occupational and Environmental Medicine» y ha sido premiado recientemente por la Escuela de Salud Pública de Andalucía. «Creemos que cuantificar los niveles actuales de sobreexposición al sol es el primer paso para el concienciar sobre el riesgo para la salud de los trabajadores, diseño de estrategias de para reducir la exposición y plantear modificaciones legislativas», expone la doctora. Como recomendaciones, prosigue, además de modificar el horario laboral para que no coincida con las horas de mayor exposición, se incluye aumentar las medidas de fotoprotección, mejorar la formación de trabajadores y empleadores para velar por entornos de trabajo más seguros, así como implementar chequeos dermatológicos en las revisiones sanitarias laborales.
En la realización del estudio, a la doctora llamó la atención sobre «la distribución de la jornada laboral en turno de tarde, de 13.00 a 20.00, coincidiendo con las horas de índice ultravioleta máximo en nuestra región», así como «la falta de acceso a espacios de sombra durante la jornada de trabajo, especialmente en los trabajadores de mantenimiento de espacios y vigilantes de playas».
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