Industria aeroespacial
¿Cuál es la participación española en el cohete Ariane?
Cada año más empresas y organismos públicos españoles se han sumado a este proyecto internacional
La industria aeroespacial española ha estado muy unida al proyecto Ariane. Desde muy pronto -en 1961- una delegación española propone al Comité Preparatorio para el estudio de las posibilidades de la cooperación en el campo de la Investigaciones Espaciales (COPERS) la creación de una base de lanzamiento de cohetes en las islas Canarias, dada su buena posición geográfica, y una estación de seguimiento en Fernando Poo (Guinea Ecuatorial). Sin embargo, la opinión generalizada de las autoridades españolas fue de no insistir ante un posible rechazo de COPERS, dado el escaso tiempo dedicado a la elaboración de dicha propuesta.
Más tarde, la Organización Europea para el Desarrollo de Lanzadores (ELDO) escogería la base de Woomera en Australia, que era la contribución de ese país al programa. Por otro lado, España renunciaba a participar en la organización ELDO pues ni sus capacidades financieras ni las tecnológicas lo permitían.
Posteriormente, España logra un primer e importante contrato en el campo de instalaciones en tierra de cohetes al conseguir en dura competencia con Francia y el Reino Unido la asignación del suministro de la torre de lanzamiento para los cohetes Skylark en Kiruna (Suecia).
La CONIE, que en 1973 representaba a España en ESRO, viendo las propuestas francesas de sumarse al proyecto L3S, consiguió el apoyo del Gobierno español para adherirse al proyecto con un 2%, en base a la capacidad industrial española existente.
Construcciones Aeronáuticas, S.A. era la principal empresa aeronáutica que, junto con Sener, empresa de ingeniería, constituían el incipiente sector industrial. El INTA, cambiaba su definición de Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica por el de Técnica Aeroespacial y se sumaba, de alguna manera a la aventura del desarrollo del lanzador.
Años más tarde, en 1986 la llamada Ley de la Ciencia, clausuraba la CONIE y traspasaba al Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) la responsabilidad de representar a España en la ESA y velar por los retornos industriales.
A lo largo de la historia de Ariane y gracias al empeño del CDTI y a una creciente situación económica nacional, la industria española ha tenido un espectacular desarrollo acompañado por un importante incremento de las cuotas de contribución a la ESA que, en Ariane, llegó hasta el 4,5%. De las dos empresas y un Instituto originales se ha llegado a unas veinticinco, acumulando una amplia especialización y competitividad. Asimismo, el INTA ha mejorado sustancialmente sus instalaciones y capacidad. Además de las empresas ya mencionadas, participaron en Ariane: Auxitrol, Iberespacio, GTD, CRISA (ahora Airbus), GMV e INSA, incrementando el número en los últimos años con Ariane 6.
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