Crisis

La Feria de Abril no tiene quien la monte

Alertan de que faltan instaladores y profesionales de oficios que «con la pandemia se han ido extinguiendo»

Operarios colocan farolillos en una calle de la Feria de Abril, el año pasado
Operarios colocan farolillos en una calle de la Feria de Abril, el año pasadoEPEP

«A unas malas, volveremos a la fiambrera y al papelón». Con 175 años a sus espaldas, la Feria de Abril de Sevilla se enfrenta a un problema que no es ajeno a la evolución de la sociedad en general. Faltan montadores, carpinteros, cocineros y camareros para que la fiesta se desarrolle con el habitual lucimiento. Cada vez más titulares de casetas alertan de la falta de estos profesionales, fundamentales para que esta ciudad efímera funcione, permitiendo el disfrute de todos. «Los problemas que ya se están planteando también surgieron el año pasado y han existido toda la vida», asegura a LA RAZÓN Antonio Barrero, presidente de la recién creada Asociación de Titulares de Casetas de la Feria de Sevilla (ATICA), quien subraya que «hay ciertos oficios que con la pandemia se han ido extinguiendo, como los carpinteros». De hecho, la madera se está desechando en el Real y va ganando terreno el pladur, más habitual en el sector de la construcción. El sistema de montaje ha cambiado con los años. «Hace 20 o 30 años el presidente de la caseta hacía de contratista. Llamaba al fontanero o al electricista. Ahora no. Se contacta con una empresa, monta la caseta y guarda todos los enseres en su nave. Esto da mucha tranquilidad, pero al final el responsable último siempre es el presidente», asegura Barrero.

Un hándicap que tenían los montadores eran los estrictos horarios que imponía el Ayuntamiento. Los fines de semana no se podía trabajar en el Real y las jornadas acababan a las 18:00 horas. «Antes las empresas montaban 20 casetas y el año pasado solo podían finalizar unas 15». Sin embargo, el Consistorio ha terminado por flexibilizar los horarios, por lo que ahora hay más margen.

Con los catering pasa lo mismo. Cada vez hay menos profesionales de la hostelería interesados en prestar sus servicios en la Feria, dadas las largas jornadas laborales y las condiciones extremas, tanto por la ingente cantidad de público como por las reducidas dimensiones de la cocinas. No obstante, al final siempre se cubre la demanda. Hay dueños de bares que cierran su negocio durante la Feria y acuden al Real para encargarse de la cocina de una caseta, consiguiendo así ingresos extra. «Año tras año saltan las alarmas porque parece que no vamos a llegar a tiempo, pero al final todas las casetas se montan, tienen su catering y funcionan bien», subraya Barrero, quien pone el acento en la responsabilidad del titular de la caseta. «Al final, casi todos los problemas relativos a los montadores y catering se trasladan al titular, que es quien paga. Si te obligan a sacar la basura hasta las 11:00 horas, toda la que se acumula en la cocina es problema del titular. Al final todo repercute en él». Otro fenómeno habitual en la Feria de Abril es que las grandes casetas, las de empresas de envergadura, se aseguran los servicios básicos con facilidad, mientras que las casetas familiares tienen más dificultades. Con todo, las más de mil instalaciones abren y funcionan con normalidad cada año.

Desde ATICA mandan un mensaje de tranquilidad. Su presidente asegura que han facilitado nombres de empresas montadoras y de catering a todos sus asociados y se muestran dispuestos a colaborar con el Ayuntamiento «en el diseño, montaje y desarrollo de la Feria». Uno de los fines de la asociación es que ningún titular de caseta pierda la titularidad de la misma, dados los plazos estrictos marcados por el Consistorio. «No entendemos por qué es tan tajante. Si pierdes la caseta es como si perdieras a tu abuelo, es algo irreversible», señala Barrero, quien asegura que «un señor que lleva siendo titular de la caseta 60 años, si llega diez minutos tarde, la pierde». En este punto, ATICA sostiene que no quiere cambiar la norma, pero sí avisar a sus asociados de todos los plazos.

Desde que la Feria llegó al barrio de Los Remedios hace medio siglo su estructura y equipamientos apenas han cambiado. El presidente de ATICA, en este sentido, insta a renovar algunos servicios fundamentales, como los desagües. No obstante, aplaude el esfuerzo realizado tanto por el Ayuntamiento como por Endesa por renovar el sistema eléctrico. Se amplió la potencia, pero los nuevos equipamientos de las cocinas a veces la superan. «Tenemos que adaptarnos a las circunstancias. Si no podemos poner planchas eléctricas, se instalan de butano y no pasa nada».

Recuperar la fiesta de lunes a domingo

Desde el año 2017 la Feria de Abril se celebra de sábado a sábado, quedando desterrado el anterior modelo de lunes a domingo. ATICA no oculta su desacuerdo con esta decisión y apuesta por recuperar la fiesta desde el «lunes del pescaíto» hasta el domingo. «Si conseguimos 500 firmas de los más de 1.000 caseteros que hay, nos tendrán que escuchar».