La Fundación Caja Rural del Sur muestra su apoyo al Banco de Alimentos Medina Azahara

Como apoyo a las entidades solidarias de Córdoba, la Fundación Caja Rural del Sur respalda la labor que el Banco de Alimentos Medina Azahara realiza a diario, "para cubrir las necesidades de los más desfavorecidos y que en estos meses se ha incrementado notablemente, como consecuencia de la subida de los productos de la cesta de la compra".

Por este motivo y según ha informado en una nota la Fundación Caja Rural del Sur, su vicepresidente, Ricardo López-Crespo, y el presidente del Banco de Alimentos Medina Azahara, Manuel Revuelto, han renovado su acuerdo de colaboración mediante la firma de un convenio anual.

El Banco de Alimentos Medina Azahara se puso en marcha en el año 2003, impulsado por el religioso claretiano Juan Miguel Martínez Morales, como párroco de la Iglesia de Las Palmeras, con la colaboración del empresario Luis Moreno y el gestor administrativo Francisco Martín Salcines, junto con un grupo de personas y la ayuda de diversas entidades y el Ayuntamiento de Córdoba, en una nave alquilada en MercaCórdoba, tomando la idea de los bancos de alimentos creados en Estados Unidos, como medio de eliminar el desperdicio alimentario y atender a personas necesitadas.

En el primer año de funcionamiento, el Banco de Alimentos logró repartir 17.720 kilos de alimentos a través de las primeras 55 entidades colaboradoras, que atendieron a 2.713 personas.

A lo largo de estos casi 20 años, la entidad, desde sus instalaciones del antiguo Matadero Municipal, cedidas por el Ayuntamiento y reformadas para adaptarlas a las necesidades actuales, ha ido desarrollando su labor solidaria llegando, en el ejercicio 2021, a recoger y repartir 3.476 toneladas de alimentos, que, con la colaboración de 248 entidades beneficiarias y de beneficencia, permitieron atender a 28.498 personas necesitadas de Córdoba y provincia.

La Fundación Social y Cultural de la Caja Rural del Sur fue constituida el 29 de octubre de 2002. A partir de este momento, la Fundación asumió funciones que hasta entonces venía realizando directamente la Caja Rural del Sur. Fundamentalmente se trataba de gestionar aquellas actividades de carácter no financiero relacionadas con los aspectos culturales, sociales y en especial, de desarrollo agrario.

La Fundación Social y Cultural de la Caja Rural del Sur tiene como fin de interés general la formación y educación de los socios de la Caja Rural del Sur en los principios cooperativos, o en las materias específicas de su actividad societaria o laboral y demás actividades cooperativas, la promoción de las relaciones intercooperativas y la difusión del cooperativismo.

También tiene como fines la promoción cultural, profesional y asistencial del entorno local o de la comunidad en general, la mejora de la calidad de vida y del desarrollo comunitario y las acciones de protección ambiental dentro de su ámbito de actuación y, en especial, en todo lo relacionado con la modernización del sector agrario y el desarrollo rural.