Fundación Unicaja publica un libro en el marco de su décimo aniversario

Desde su constitución en 2014, Fundación Unicaja ha invertido 400 millones de euros en más de 29.000 acciones que han impactado en más de 22.350.000 beneficiarios. Este ha sido uno de los datos más llamativos que recoge el libro recién publicado sobre el décimo aniversario de la entidad.

El presidente de la Fundación Unicaja, José Manuel Domínguez, y el coordinador de la publicación, José Emilio Villena, fueron los encargados de dar a conocer ayer, en la sede de la institución en Málaga, este volumen en el que han participado más de una decena de expertos en Historia, Economía, Sociología y Derecho.

Y no es para menos, ya que, aunque la publicación corresponde al decenio 2014-2024, la etapa «estrictamente fundacional», recordó Domínguez, la obra da continuidad a otra de 2009, momento en el que se conmemoró el 125 aniversario de la caja de ahorros Unicaja. La historia de la entidad «se remonta a 1884, año en el que empezó a operar la Caja de Cádiz», la más antigua de las que en 1991 formaron Unicaja, junto a las de Ronda, Almería, Málaga y Antequera, además de la Caja de Jaén, que se unió en 2010.

El libro, que consta de diez capítulos, ofrece un recorrido por estos acontecimientos históricos y profundiza en cómo la institución ha sabido adaptarse al complejo entorno económico, social y regulatorio de los últimos años, una perspectiva que va más allá de la propia Fundación, lo que, según el presidente, aporta «un interés general para el conjunto de la ciudadanía».

En lo que se refiere al análisis histórico, Villena señaló que las entidades que dieron lugar a Unicaja fueron «impulsadas por filántropos, la iglesia y diputaciones provinciales con el fin de combatir la usura y promover la inclusión financiera de los sectores más vulnerables de la sociedad». Con la creación de Unicaja, su obra social «amplió su acción a nuevas áreas como la cultura, la educación, la inclusión social y la sostenibilidad» para después, con la consolidación de Fundación Bancaria Unicaja, aportar «un enfoque innovador frente a las transformaciones sociales, económicas y tecnológicas del siglo XXI».

Uno de los capítulos más interesantes en este sentido es el quinto. Realizado por Antonio Romero, director de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, aborda “con gran detalle y conocimiento”, explicó Villena, el entorno financiero en el que la Fundación Unicaja ha tenido que operar. En este contexto, más allá de lo relativo a la institución malagueña, Romero aporta una visión completa sobre el sistema financiero y económico español en la última década dividido en tres periodos: de 2014 a 2019, etapa de recuperación tras la crisis financiera de 2008; 2020, año condicionado por la pandemia de la Covid-19 con una fortísima caída del PIB; y de 2021 a la actualidad, caracterizada por una recuperación acelerada basada en el turismo y el consumo público, aunque con las tensiones geopolíticas y el repunte inflacionario de fondo.

Además, el libro destaca el notable impacto socioeconómico que la Fundación Unicaja ha generado en Andalucía y aborda de forma exhaustiva temas fundamentales para entender la realidad de Andalucía como el crecimiento económico experimentado en estos años, la transformación de los modelos de las cajas de ahorro, la persistencia del desempleo, el creciente descontento ciudadano con la política, que España ostenta la tasa de natalidad más baja de la Unión Europea o las dificultades de acceso a la vivienda. De ahí que esta publicación sea interesante no solo porque recoge todo el recorrido de la entidad, sino como un recurso que analiza de forma pormenorizada el recorrido de la región en las últimas décadas.

Por último, los autores ofrecen una visión prospectiva sobre los principales desafíos que la Fundación deberá enfrentar para abordar retos como la transformación digital, la sostenibilidad y la adaptación a nuevos contextos económicos y sociales.