Operación

Golpe a una de las redes más potentes del narcotráfico en Cádiz, Huelva y Málaga

La Guardia Civil interviene diez toneladas de hachís y detiene a 15 personas en una operación

Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado siguen librando una lucha sin cuartel contra el narcotráfico en Andalucía. Ayer, la Guardia Civil desplegó una gran operación contra esta práctica en las costas andaluzas, interviniendo más de 10.000 kilos de hachís y arrestando, al menos, a 15 personas.

Fuentes del Cuerpo aseguraron que el dispositivo contó con unos 150 agentes, abarcando actuaciones en las provincias de Cádiz, Huelva y Málaga, contra una red que introducía grandes cantidades de hachís por la costa onubense y el río Guadalquivir. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se hizo eco de esta operación en el acto central del Día de la Policía Nacional, celebrado en Sevilla. El titular de Interior aseguró que se trata de «una de las más importantes promovidas contra la introducción de hachís en el sur de España».

«Es una manifestación más del conjunto de operaciones contra el narcotráfico, contra las organizaciones criminales, que se vienen desarrollando en el marco de los planes de seguridad especial del Campo de Gibraltar», indicó el ministro, además de destacar el trabajo «importante de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. En este sentido, recordó que los agentes han detenido a casi 20.000 personas en las operaciones desarrolladas contra esta actividad desde el año 2018.

De otro lado, en relación a la detención del piloto de la narcolancha que causó la muerte a dos guardias civiles en Barbate (Cádiz), aseguró que «hasta que el último responsable no esté puesto a disposición judicial no está concluida la operación». El ministro pidió ser «cautelosos» ante una operación que está judicializada y declarado el secreto de sumario, aunque mostró su «satisfacción» por la detención del principal sospechoso, Karim E. B, un ciudadano marroquí de 32 años que ya está en prisión provisional por dos delitos de asesinato, cuatro de asesinato en grado de tentativa, seis delitos de atentado, otro de contrabando y otro de pertenencia a organización criminal.

A este respecto, el ministro agradeció el trabajo realizado «desde el minuto uno» por la Guardia Civil, desde aquel «trágico» 9 de febrero. En este tiempo, afirmó, han trabajado «de una forma denodada» con la cooperación estrecha de la Policía Nacional y de otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Una investigación «concienzuda y compleja» que finalmente dio, después de los análisis, con la detención de «quien conducía esa narcolancha que embistió, que asesinó a dos de nuestros agentes y causó heridas graves a otros agentes de la Guardia Civil», manifestó el ministro.

Karim E. B., el piloto de la narcolancha que mató a dos agentes del Instituto Armado tras embestirlos hasta en seis ocasiones en el puerto de Barbate el pasado 9 de febrero, fue detenido en la madrugada del jueves 19 de septiembre y un día después pasó a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de esta misma localidad gaditana, que decretó su ingreso en prisión tras su declaración.

El acusado alegó ante el juez que lo ocurrido aquel día fue «un accidente» y pedía perdón a las familias de los dos agentes fallecidos por el daño causado. Paqui Gómez, la madre de Miguel Ángel González, afirmó entonces, a las puertas del juzgado, que lo ocurrido «no fue un accidente» y que «ni perdona ni olvida».