Tradiciones

La Tarasca se llena de volantes para que el Corpus de Granada vaya como la seda

El granadino Iván Martín firma este año un diseño que combina "tradición, teatralidad y artesanía"

La Tarasca
La Tarasca Agencia EFE

La Tarasca, el maniquí vestido a la moda y subido a un dragón que marca el inicio de los días grandes del Corpus de Granada, se ha presentado este año con una mezcla de chorreras y volantes, que para eso es feria, y entallada y teatral, como el Generalife, para que todo vaya con la seda que la viste.

Para gustos los colores, y este año a La Tarasca le ha tocado un azul claro, un 'pantone' para subir al cielo o esquivar celestialmente las críticas más ceñidas al carácter granadino que el vestido que le ha diseñado Iván Martín.

El maniquí encaramado al dragón verde que, según la tradición, marca con su propuesta la moda que se llevará esta temporada, ha presumido de vestido entallado, un diseño elaborado con seda natural y plumeti bordado y una gran cola llena de volantes y chorreras. Que se note que es feria.

La tradición también marca que da igual el estilismo porque el granadino siempre va a soltar un "vas más fea que La Tarasca" en este miércoles de Corpus que marca con la Pública, los gigantes y cabezudos, los días más ajetreados de la semana.

El granadino Iván Martín, alma creativa de la firma IVNMARTIN, firma este año un diseño que combina "tradición, teatralidad y artesanía en una oda a la riqueza estética y emocional de Granada". Y luego está la 'malafollá' granadina, que ha resumido con un "aunque la mona se vista de seda...".

"La inspiración nace de un profundo agradecimiento a nuestra ciudad y, muy especialmente, al Generalife, por lo que hemos querido reflejar la poesía de sus fuentes, la exuberancia de su vegetación y el cromatismo de sus atardeceres", ha explicado el diseñador.

Desde la barrera, que es donde se ven bien los toros, en este caso la barra de un bar, Carmen López y Maritere Ramírez no han dado puntada sin hilo para recalcar que hace mucho calor para esas mangas, que un poco más de pierna se puede enseñar y que "una planchadita" tampoco le habría sobrado.

"Es que es seda, que lo ha hecho mi cuñado", les ha contestado un contertulio que con esa frasecita corta ha logrado que la dupla de amigas vea a La Tarasca más "bonica" que la mayoría de las jóvenes de ahora.

Otra opción es preguntarle a la inteligencia artificial tan a la moda como La Tarasca que ha resumido que va guapa "a su manera", con un vestido y maquillaje elaborados y que representa un ideal "un poco extravagante" que es parte de su encanto.

La modelo más famosa de Granada se ha presentado este año con una melena pelirroja trabajada por el estilista Mario Álvarez Martín, en clara influencia del arte prerrafaelista, con aire romántico y onírico.

Del maquillaje se ha encargado la esteticista Rocío García Díaz (Rogardi), quien ha apostado por colores cálidos anaranjados, cejas marcadas y labios de color rojo que combinan con unas joyas elaboradas en forma de "flores de porcelana y metal" por la artista Liliam Urquieta Castrillo (Cala by Lilian) en un guiño al valor artesanal del diseño.

La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, ha agradecido las "manos expertas, sensibles y comprometidas" de estos profesionales y ha apostado por mantener una tradición única y familiar que este año se ha vivido con temperaturas de un verano adelantado y de manera multitudinaria.

El maniquí, que han vestido diseñadores noveles y otros afamados como Roberto Verino, Adolfo Domínguez o Vittorio y Lucchino, ha convertido en pasarela las calles del centro de una ciudad tomada por la chavalería mezclada con turistas y amantes de esta peculiar tradición que marca el inicio de los días grandes del Corpus.

Al ritmo de su charanga, la Tarasca ha compartido pasarela con un popurrí de personajes históricos que, armados con vejigas de cerdo infladas de aire, golpean a un público entregado a su feria.

Este jueves cambiará el tono para volver a procesionar tras el cortejo cívico-religioso del Corpus Christi. Pero eso será mañana, que hoy aún queda chisme.