Controversia

Guerra entre jueces y funcionarios de justicia por el control horario en los juzgados

Los funcionarios piden "un sistema de control horario para jueces" después de que el TSJA pidiera "responsabilidad" a los trabajadores

La sede del TSJA en Granada
La sede del TSJA en GranadaEp

La memoria del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha abierto una brecha interna entre los jueces y los funcionarios de justicia a cuenta del control horario. La situación no es nueva pero ahora se ha agravado. El texto, en un capítulo dedicado a trasladar las "disfunciones en el entorno personal/laboral" aboga por "responsabilidad por la gestión y control horario" y denuncia una serie de situaciones que, a su juicio, se dan en los juzgados.

En concreto, advierte que "nuestra rígida estructura de trabajo y deficiente gestión del personal impide funcionar, como ya hemos dicho en tantas ocasiones, con criterios de “agilidad, eficacia, eficiencia, racionalización y responsabilidad por la gestión” (art. 435.3 LOPJ)".

Por ese motivo, entiende que "se imponen mejores controles e indicadores de eficiencia en el trabajo" porque "no podemos caminar desde el puro voluntarismo, junto a un muy devaluado principio de autoridad y de unidad de dirección"

Los jueces consideran que "no es suficiente ni efectivo el sistema Hermes, pues se trata de un sistema informático de control más aparente que real". Además, "el control externo del horario, a través de los datos que reporta ese sistema, es casi inexistente o no produce consecuencias cuando detecta irregularidades".

Estas consideraciones han encendido a los trabajadores. En un comunicado conjunto, los sindicatos del sector de la Administración de Justicia CSIF, STAJ, SPJ- USO y UGT "rechazan con firmeza las reflexiones recogidas en la Memoria del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), expuesta por su presidente Lorenzo del Río, y exigen una rectificación inmediata".

Consideran que "las referencias de la Memoria del TSJA presentada por Del Río, en las que se afirma el “casi inexistente” control horario de los funcionarios de Justicia desespera a los jueces andaluces, constituyen un bulo malintencionado que no se corresponde con la realidad". Entienden que "estas afirmaciones no solo son falsas, sino que perpetúan una narrativa injusta y perjudicial hacia el colectivo de funcionarios de Justicia, de las que debería retractarse de inmediato".

A su juicio, "no es la primera vez que el TSJA recurre a este tipo de acusaciones infundadas" porque "desde que se asumió la presidencia por Lorenzo del Río, se ha evidenciado una actitud recurrente de desprecio hacia los funcionarios de los Cuerpos Generales".

"Resulta preocupante que tantos años en el cargo hayan llevado al presidente del TSJA a una visión tan distorsionada de la realidad del trabajo en los juzgados. Queremos pensar que no se trata de un intento de regresar a tiempos pasados, a la rancia distinción de las clases sociales dentro de la Justicia donde «unos son sirvientes y otros son servidos», aquellos tiempos en los que algunos jueces pedían al funcionario desplazarse a la calle para que le trajeran a su señoría un café caliente y un paquete de tabaco, o cuando no se podía entrar en el despacho si no se llevaba una chaqueta", expone el comunicado.

Los sindicatos le dan la vuelta a la situación y piden al presidente del TSJA a "que predique con el ejemplo: que establezca un sistema de control horario para jueces, que garantice en algunos casos su presencia efectiva en los juzgados -más allá de la celebración de vistas-, y asegure que se cumplan, como mínimo, las horas de audiencia de 9 a 14 horas".

"También le instamos a que elimine prácticas obsoletas como tener que imprimir innecesariamente en papel los expedientes en plena era digital, lo que desespera los funcionarios de justicia al ralentizar el trabajo y contradecir la política del “papel cero y expediente digital”, concluyen.

La guerra entre funcionarios y jueces se ha recrudecido en un momento en el que -y ahí todos coinciden- en el que la justicia presenta síntomas de colapso.