Medio Ambiente
Así son los erizos liberados en Doñana erizos tras ser salvados de los incendios
Regresan al medio natural tras su paso por el Santuario “Wendy Clements” de Chucena donde se han repuesto de sus heridas y de la deshidratación
Un grupo de erizos afectados por los incendios forestales que se han registrado este verano en el entorno de Doñana han podido regresar al medio natural tras su paso por el Santuario “Wendy Clements” de Chucena (Huelva) donde se han repuesto de sus heridas y de la deshidratación.
Son algunos de los animales rescatados por las voluntarias del colectivo ecologista Mujeres por Doñana que allá por septiembre decidieron poner en marcha una “unidad de rescate” para localizar, cuidar y devolver al medio natural a ejemplares de esta especie; una labor en la que cuentan con la inestimable colaboración de “Willow”, un perro “con cualidades muy especiales” que ayuda a su localización.
La suelta ha contado con la colaboración de los alumnos del CEIP “Manuel Siurot” de Chucena, a los que ha acompañado la alcaldesa de la localidad, Encarnación Castellano.
El regreso de estos erizos al medio natural es, según ha indicado el colectivo ecologista en un comunicado, “un evento de enorme importancia medioambiental”.
Se trata de “la puesta en libertad de un grupo de erizos salvajes que fueron rescatados, algunos con terribles heridas y severa deshidratación, de los bosques, reducidos a ceniza”; una tragedia animal que es “uno de los daños, colaterales, de los siniestros que sufrió el entorno de Doñana el pasado verano”, han indicado.
El erizo común europeo, y también el moruno, es una especie muy tímida, y con estatus de especie protegida; estos pequeños mamíferos son animales nocturnos y su cuerpo está protegido por una capa de, supuestas, púas que realmente son pelos huecos rellenos de queratina.
En caso de peligro, el erizo se enrolla hasta convertirse en una bola completamente cubierta de púas, unas 5.000 aproximadamente.
Son difíciles de ver y desgraciadamente, cuando este hecho se produce es al ser atropellados en las carreteras: “Una de sus principales causas de mortalidad”, han indicado desde Mujeres por Doñana, desde donde, además, reseñan el enorme daño que producen en esta especie los venenos, y herbicidas, usados masivamente en la agricultura intensiva, así como los incendios forestales.
Y es precisamente de uno de esos siniestros de donde provienen los erizos que han sido devueltos a la naturaleza; fueron recogidos de las cenizas y durante más de tres meses han sido cuidados, curados e hidratados en el Santuario Animal “Wendy Clements”.
Su alimentación ha consistido en comida de gatos, pequeños trozos de pollo hidratado y un pienso, muy especializado para erizos, elaborado en Países Bajos.
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