
Tribunales
La defensa del acusado de matar a su pareja, cámara de TV, cree que fue un accidente fortuito
Alicia Rodríguez fue atropellada en un camino rural en junio de 2021 en Marmolejo (Jaén), cuando era su pareja sentimental del encausado

La defensa del acusado de matar a la reportera gráfica onubense Alicia Rodríguez en junio de 2021 en Marmolejo (Jaén), cuando era su pareja sentimental tras atropellarla con su coche en un camino rural, ha declarado que lo sucedido fue "un accidente fortuito con consecuencias fatales".
Así se recoge en el escrito de defensa, leído este martes por la secretaria judicial en la primera sesión del juicio, en el que, además pide la libre absolución de su cliente al entender que "los hechos no son constitutivos de delito".
El abogado defensor, Ramiro Guinea, ha dicho al jurado popular que "mientras que no se demuestre lo contrario este hombre es inocente" y se ha mostrado convencido de que una vez que se practique la prueba en el juicio "se darán cuenta de que no hay pruebas contundentes que lo acusen" y ante la duda no puede ser declarado culpable.
La Fiscalía pide para el acusado dos años de cárcel por un delito de homicidio imprudente, por considerar que el acusado "no tenía intención de matar a su pareja"; la acusación particular, inicialmente, 28 años por responsabilizarlo de un delito de asesinato con dolo, alevosía y ensañamiento, y las acusaciones populares -la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Huelva, solicitan 15 años por un delito de homicidio doloso y 25 años por un delito de asesinato agravado por parentesco, respectivamente.
En la primera sesión de la vista se han iniciado también las testificales, entre ellas, se ha llevado a cabo la de los dos agentes que acudieron inicialmente al olivar donde se produjo el mortal atropello.
Han referido que el acusado los estaba esperando en el camino que llevaba al olivar remarcando que "él mismo los indicó y los llevó, que estaba muy nervioso, muy alterado" e incluso se mostró enfadado con la Guardia Civil por el tiempo que tardaron en llegar.
Asimismo, han explicado que una vez llegaron al coche tuvieron que usar un gato para acceder a la víctima y tomarle las constantes vitales, constatando que estaba ya fallecida, y también han hecho referencia a la actitud del acusado quien manifestaba que no podía creer que hubiera fallecido cuando hasta poco antes de la llegada de los agentes estaba hablando con ella y la tenía cogida de la mano para que no se desvaneciera.
Por su parte, el agente del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Jaén que realizó la inspección ocular de la zona y el atestado inicial del accidente al día siguiente del atropello mortal de la reportera gráfica onubense Alicia Rodríguez en Marmolejo (Jaén), en junio de 2021, ha indicado en el juicio contra M.Q.S., quien era pareja de la víctima en esa fecha, que de la investigación practicada en la zona se desprende que "tuvo que haber intención de pisar el acelerador" para "sobrepasar el objeto" del atropello.
Así lo ha manifestado en su declaración como testigo en la primera sesión del juicio que se celebra esta semana en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva, donde ha explicado que, sin conocer los pormenores del accidente, a las siete de la mañana del día siguiente del atropello acudió a la finca "solo sabiendo que había un accidente con una persona fallecida".
Al respecto, el agente ha señalado que había huellas de "fricción" por aceleración del coche --Opel Insignia-- y que esas huellas iban en "línea recta" y "hacia adelante", así como que no se observó "intento de esquivar el obstáculo para salvarlo" y que "tuvo que acelerar al tenerlo debajo". Por ello, concluye indicando que "tuvo que haber intención de pisar el acelerador" ya que "si no se pisa con fuerza el coche no hubiera avanzado por el obstáculo", por lo que el movimiento "era intencionado". En este sentido, se ha apuntado en sala que el informe recogía que el objetivo era "causar el mayor daño".
De la misma manera, el agente ha explicado que las lesiones que presentaba la víctima eran compatibles con ello y que, "si en lugar de ir el coche hacia adelante hubiera girado, las lesiones hubieran sido menores". Asimismo, a preguntas de la acusación particular, tanto este agente como otros dos que han declarado este martes han señalado que por la distancia del chasis del vehículo hasta el suelo "no cabía una persona" debajo del mismo.
Este mismo agente de tráfico ha explicado que se hizo una prueba en el lugar del atropello para comprobar si había un desnivel en el terreno y el coche podría haberse movido solo --ya que el acusado dijo en un primer momento que salió a orinar y al volver la halló debajo--, de forma que colocó una furgoneta "en punto muerto" y comprobó que "si alguien se colocaba delante, con la inclinación que había, se podía parar el vehículo", por lo que ha reafirmado que si el coche seguía hacia delante "tienen que acelerar para sobrepasar el objeto".
Por su parte, los agentes de la patrulla de la Guardia Civil que se personó en la zona en primer lugar tras el aviso del servicio de Emergencias 112 --a las 03,30 horas-- han señalado que el acusado estaba "nervioso y alterado", llegando uno de ellos a apuntar que, también "con actitud agresiva" y que les "recriminó" que "hubieran tardado en llegar", aunque señalaron que llegaron en "unos 20 minutos" desde el puesto de otro municipio, así como que habían indicado mal el acceso al lugar, por lo que inicialmente entraron por otro camino.
Los agentes han explicado que la noche era "oscura" y que desde "unos cien metros no se veía" el vehículo, que se encontraron con luces encendidas y que el cuerpo de la víctima estaba "en medio del coche", con la cabeza "en dirección a la parte delantera, con la mano derecha hacia adelante y la izquierda hacia la izquierda del coche", así como que el cuerpo estaba "completamente plegado y con la pierna derecha arriba, flexionada en V hacia la parte delantera".
De otro lado, han explicado que el procesado afirmaba que la víctima seguía con vida, pero a su llegada comprobaron que "no tenía pulso" y que tuvieron que sacarla de debajo del coche levantaron el mismo con un gato ya que "estaba atrapada", al tiempo que han manifestado que el terreno "no era desnivelado", sino "relativamente llano".
En otro orden de cosas, otro de los agentes que ha testificado ha explicado que el acusado llamó desde el móvil de Alicia Rodríguez, alegando que no encontraba el suyo y que al registrar el vehículo el teléfono de M.Q.S se encontraba en el salpicadero, toda vez que ha apuntado que la información sobre el aviso a Emergencias la tuvieron a las 03,29, aunque la primera que se registró fue a las 03,18 y que, aunque la zona es de difícil cobertura, el procesado recibió una llamada de una amiga sobre las 02,15 horas, con una duración de 27 segundos.
VERSIONES "INCOHERENTES"
Por otra parte, un agente de la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil ha señalado que el coche se encontraba con la puerta del copiloto abierta y la del conductor cerrada, así como que el vehículo no se movió en ningún momento del estado original en el que se halló y que a su lado "había un talud", pero el coche se encontraba en "una plataforma llana".
También ha manifestado que las versiones de M.Q.S sobre lo que había ocurrido eran "incoherentes", por lo que, con ello y las pruebas observadas, se determinó su detención ya que creían que "el coche no se podía haber movido solo". Igualmente, este guardia civil ha señalado que el chasis del coche hasta el suelo presentaba unos "18/20 centímetros de altura" y que la zona estaba "oscura".
Finalmente, otro de los agentes que actuaron en los primeros momentos de conocerse los hechos ha indicado que cuando llegó el acusado estaba en la finca y le dijo "libremente" que Alicia había llegado en la tarde de ese 12 de junio a Marmolejo y que habían estado en bares de ocio de la zona y luego ella condujo el coche hasta la finca.
Allí, M.Q.S explicó que había "bajado a orinar" y que cuando volvió se encontró a la víctima "debajo del coche" y que "no concretó más". Dijo que "ella tenía las llaves del vehículo y que no sabía qué había ocurrido". Asimismo, ha señalado que él manifestó que "estaba con ella debajo del coche" y que fue ahí cuando Alicia "desbloqueó el móvil" --ya que se desbloqueaba con huella dactilar-- para que pudiera llamar y pedir ayuda.
Este mismo agente participó en la reconstrucción de los hechos, que se hizo con un maniquí simulando ser la víctima. En este sentido, ha señalado que él se puso en el lugar del conductor y que con las luces "se veía iluminada la parte delantera".
PETICIONES DE PRISIÓN Y LIBRE ABSOLUCIÓN
Por su parte, tanto la acusación particular, que representa a la familia de Alicia Rodríguez, como la acusación popular del Ayuntamiento de Huelva han expuesto que piden 28 y 25 años de prisión, respectivamente, por un delito de asesinato con grado de parentesco y alegan que, además, que el procesado no tenía mermadas sus capacidades volitivas, mientras que la acusación popular de la Junta de Andalucía pide 15 años por homicidio doloso.
La letrada de la Junta de Andalucía ha destacado que el coche contaba con sensores de movimiento "que pitan ante un obstáculo" y considera que "hubo que superar la resistencia del acelerador, jugando con el embrague" para el desenlace de los hechos, así como cree que el acusado tenía "conocimiento" de que la víctima se encontraba delante del coche cuando realizó los movimientos fatales".
Por el contrario, la defensa del acusado pide su libre absolución, así como el pago de las costas a la acusación particular y ha mostrado su "disconformidad" con los relatos de los hechos presentado por el Ministerio Fiscal y las acusaciones. En este sentido, ha afirmado que el terreno hace que "sea imposible una aceleración fuerte o movimientos bruscos", al tiempo que ha destacado que su defendido "ha colaborado todo el tiempo" y que los hechos son fruto de "un fatal accidente fortuito".
✕
Accede a tu cuenta para comentar


