Medio Ambiente
Las extracciones en el acuífero han desviado el agua dirigida a Doñana
Las aguas subterráneas con extracciones en el área comenzaron alrededor de 1970 para satisfacer las necesidades de riego y urbanas de la ciudad de Mazagón
Investigadores de la Universidad de Huelva y del Instituto de Ciencias del Mar de Andalucía (CSIC) han constatado que las extracciones de agua del acuífero de Doñana en su zona occidental han provocado un desplazamiento de la divisoria de aguas subterráneas y desviando la que originalmente se dirigía al área protegida.
Así se recoge en un artículo publicado recientemente en la revista Environmental Monitoring and Assessment, donde advierten de la necesidad de "una adecuada coordinación entre las diferentes autoridades responsables de la gestión de las aguas subterráneas y la adopción urgente de medidas de remediación".
Según explican los investigadores, el Espacio Natural de Doñana se considera uno de los humedales europeos más importantes, con numerosos ecosistemas que dependen de las aguas subterráneas.
El acuífero Almonte-Marismas, del que dependen la mayoría de los ecosistemas de Doñana, se divide actualmente, a efectos de gestión, en seis masas de agua subterránea, dependientes de dos demarcaciones hidrográficas diferentes: Guadalquivir y Tinto-Odiel-Piedras.
Según la Directiva Marco del Agua (DMA), es necesario mantener la coordinación entre ambas autoridades para garantizar una gestión adecuada del acuífero. Sin embargo, consideran los investigadores que esta coordinación "no ha sido eficaz en el acuífero Almonte-Marismas, ya que hasta ahora han pasado desapercibidos importantes descensos del nivel freático en la zona de Mazagón (cerca de la divisoria natural de aguas subterráneas)".
Las aguas subterráneas con extracciones en el área, han apuntado, comenzaron alrededor de 1970 para satisfacer las necesidades de riego y urbanas de la ciudad de Mazagón.
Durante la investigación han constatado que como consecuencia de las mismas "la disminución en los niveles de agua subterránea impulsada por el bombeo en el acuífero profundo es mayor de 10 metros y se observa a varios kilómetros", mientras que "los impactos del bombeo en el nivel del acuífero somero no son tan claros, con disminuciones máximas del nivel freático cercanas a 1 metro".
Consideran que pese a que esta última disminución presenta una baja magnitud puede tener implicaciones ecológicas significativas, ya que algunos ecosistemas acuáticos y freatófitos de las zonas de descarga regional (es decir, arroyo La Rocina) y local (por ejemplo, pequeñas lagunas en el área) dependen en gran medida del nivel del acuífero somero.
Asimismo, han precisado que aunque las extracciones de agua subterránea para el abastecimiento urbano de Mazagón se detuvieron en 2016, "la evolución de los niveles de agua subterránea aún no se ha recuperado, lo que parece indicar que estas disminuciones pueden estar asociadas al bombeo para riego".
Finalmente, han remarcado que las extracciones de agua subterránea han provocado un desplazamiento de la divisoria de aguas subterráneas de varios kilómetros hacia el este y el noreste, lo que "ha provocado un cambio en los flujos regionales de agua subterránea, cuya principal consecuencia es una disminución de las aportaciones de agua subterránea al arroyo de La Rocina, uno de los arroyos más importantes que abastecen de agua a las marismas de Doñana".
Por lo tanto, entienden que es "de suma importancia investigar las implicaciones ecológicas causadas por tales disminuciones en las cabeceras del arroyo de La Rocina, así como en las lagunas ubicadas en la zona occidental de El Abalario".