Consejo de Gobierno

Un agujero de 239 millones en la economía andaluza tras el apagón

La Junta alerta del daño reputacional: «Hemos dado una imagen lamentable»

Un semáforo apagado en Sevilla
Un semáforo apagado en SevillaEPEP

Más allá de las anécdotas sobre las radios a pilas o los camping gas usados para calentar la comida, el apagón que sufrió España el pasado lunes está teniendo consecuencias todavía cuantificables en el tejido económico y empresarial. Muchas fábricas tuvieron que parar abruptamente su producción y los comerciantes echaron la persiana ante la imposibilidad de atender a los clientes. Un primer cálculo realizado por la Junta apunta a un impacto equivalente a 239 millones de euros en Andalucía, según apuntó la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno. Una primera estimación del Ejecutivo andaluz apunta a una pérdida del 40% de la jornada, que tendría así un impacto equivalente al 0,1% del PIB anual andaluz.

Los sectores más afectados, según España, fueron la industria, el comercio y la hostelería pero, independientemente de las cifras y los balances, la consejera y portavoz del Gobierno andaluz lamentó «algo peor», como es «el daño reputacional para España». «Somos la cuarta economía de la Unión Europea y hemos dado una imagen lamentable», remarcó.

La consejera detalló que la estimación inicial del impacto del apagón en la economía andaluza parte del dato del PIB de Andalucía del año 2024, que ascendió a 221.507 millones de euros. Señaló que si el apagón se hubiera traducido en «un día completo de paralización» de la actividad productiva, ese PIB «se reduciría en un 0,27%», es decir, en «casi 600 millones de euros; concretamente, en 598 millones de euros». No obstante, la paralización de la actividad como consecuencia del apagón no fue «de un día completo, ya que se produjo a media mañana, a partir de las 12,30 horas», y, además, no afectó «de forma uniforme a todos los sectores», y la recuperación se fue produciendo «de forma gradual a lo largo del día», según precisó.

Desde el inicio de esta crisis energética la Junta «se volcó» en atender sus consecuencias. De hecho, se llegó a pedir al Ejecutivo central la declaración del nivel 3 de emergencia nacional aunque ya prácticamente se está «volviendo a la normalidad». En este sentido, la portavoz de la Junta agradeció «la actitud y la respuesta serena del pueblo andaluz, que una vez más ha sabido estar a la altura de las circunstancias» en esta crisis, «a pesar del auténtico caos que hemos tenido que vivir en Andalucía y en toda España». Junto a ello, valoró el comportamiento de «todos los funcionarios, especialmente» los trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS), que «tanto en los hospitales como en los centros sanitarios han ido alargando su jornada más allá de lo habitual, y han reorganizado también sus agendas para poder atender a las complejidades técnicas del momento». La consejera también dedicó palabras de agradecimiento «al resto de administraciones, fundamentalmente a los numerosos alcaldes que, una vez más, han demostrado ser los primeros y estar allí a pie de calle y organizar, junto a sus ciudadanos, cadenas de ayudas solidarias con las que han podido ir atendiendo, por ejemplo, a las personas que han quedado atrapadas en distintos medios de transporte», especialmente los trenes.

España recordó que, como consecuencia de este apagón, «algunas intervenciones quirúrgicas han tenido que ser reprogramadas» en la sanidad pública andaluza, y desde el Gobierno de la Junta confían «en que se puedan recuperar» esas operaciones «lo antes posible». En este punto, reivindicó la «rápida reacción de la Junta de Andalucía», que, «desde el primer momento en que se recibieron informaciones y notamos esa caída del sistema eléctrico», puso en marcha «los distintos gabinetes de crisis de la Consejería de Salud y Consumo y el SAS para ir coordinando toda la información y la asistencia que se ha prestado a la ciudadanía».

En la jornada de ayer «todos los centros hospitalarios de Andalucía y los centros de salud abrieron con normalidad», y «la normalidad volvió también a los centros educativos, a los colegios, a los institutos, a las universidades y bibliotecas, que abrieron sus puertas en una jornada plenamente ya lectiva».

En un plano más crítico, la portavoz advirtió de que «España no sólo ha sufrido un apagón eléctrico», sino también «un apagón informativo» del que culpó al Gobierno central. Una situación que «no es aceptable en ningún país occidental». En esta línea, criticó que pasaran «hasta seis horas» desde el corte de energía eléctrica «para que un miembro del Gobierno», en concreto el presidente, Pedro Sánchez, «saliera a dar alguna explicación».

«Entendemos que hay que investigar lo ocurrido, y que esa investigación no puede estar en manos del propio Gobierno», puesto que este «no puede ser juez y parte, y no puede echar balones fuera» como «trató de hacer» Sánchez este pasado martes.