Semana Santa
Un Martes Santo para el desquite
Las hermandades pudieron procesionar tras años marcados por la pandemia y la lluvia
Cuatro años llevaban algunas cofradías del Martes Santo sin pisar la calle. La pandemia y la lluvia habían venido frustrando una jornada llena de contrastes en Andalucía. Por eso, el Martes Santo de ayer fue el del desquite. Las hermandades se sacaron la espina y se lucieron en sus estaciones de penitencia. La más madrugadora fue la del Cerro, donde todo el barrio es una única cofradía. El Nazareno de la Humildad, el Cristo del Desamparo y Abandono y la Virgen de los Dolores inundaron de fe y devoción este populoso barrio sevillano, que vive intensamente esta salida. A la vuelta, el cortejo atravesó el centro y cruzó el puente de San Bernardo, un itinerario nuevo que dejó estampas clásicas. Luego, en Nervión, sorteó las obras del tranvía hasta llegar de nuevo a su templo ya de madrugada. San Esteban y San Benito también pusieron la nota alegre, en contraste con los Estudiantes y Santa Cruz.
En Málaga, una de las protagonistas de la jornada fue la Virgen del Rocío, conocida popularmente como «la novia de Málaga». La imagen congregó a una gran multitud a su paso. Nueva Esperanza es la hermandad con el recorrido más largo de la Semana Santa malagueña, derrochando fe y devoción. Penas, Sentencia, Humillación, Estrella y Rescate completaron la jornada.
El Martes Santo es un día clásico en Cádiz. El Ecce Homo procesionó con su singular manto burdeos. También hicieron estación de penitencia Sanidad, Piedad, Jesús Caído y la Columna. En Chiclana, la Virgen de los Afligidos, afectada por un reciente incendio, pudo procesionar ya restaurada.
✕
Accede a tu cuenta para comentar