Salud

Sanitarios piden la jubilación a los 60 pese a la falta de personal

Los sindicatos exigen que se cumpla el acuerdo que prevé esta posibilidad, a la que podrían acogerse casi 5.000 médicos. «Esto solo agravaría el problema», advierte Salud

Médico del SAS
Médico del SASEP

La pandemia de Covid ha hecho mella en los profesionales sanitarios. La última encuesta realizada por la Organización Médica Colegial (OMC), con datos recogidos en 2019, sobre la situación médica en España, refleja que antes de esta crisis sanitaria tan solo el 13% de los facultativos tenía intención de adelantar su jubilación.

«Después de la pandemia las condiciones laborales se han deteriorado y posiblemente los porcentajes sean diferentes, serán más los que voluntariamente quieran una jubilación anticipada y será un problema para muchas especialidades», recalca el coordinador de estudios del Sindicato Médico de Granada, Vicente Matas. «Hace unos años, muchos médicos, cuando estaban próximos a la edad de jubilación, preguntaban si podían continuar trabajando unos años más y, sin embargo, ahora son muchos los que preguntan ¿cuándo me puedo jubilar?, no aguanto más, estoy agotado, en estas condiciones no quiero seguir», asegura.

El azote del Covid en el sistema sanitario español llevó a que el Gobierno permitiera la jubilación parcial de sanitarios y abriera la puerta a una jubilación anticipada a partir de los 60 años de forma negociada. Sin embargo, según señalan desde CC OO y UGT, el pacto alcanzado con el Ejecutivo central en octubre de 2022 no se está aplicando en Andalucía. Por ello, han iniciado un calendario de movilizaciones.

Los sindicatos consideran que este colectivo, que «enfrenta una presión constante durante años», merece una compensación y la posibilidad de jubilarse a edades más tempranas de manera voluntaria. Por ello, piden a la Junta de Andalucía que lo permita para 12.000 profesionales de Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Sin embargo, en determinadas profesiones del ámbito sanitario como la médica, esta medida podría abocar al caos. Actualmente, uno de los mayores retos a los que se enfrenta la sanidad andaluza –y del resto de comunidades– es la falta de facultativos y la dificultad para garantizar el recambio tras las jubilaciones. Según la Junta de Andalucía, de aquí al año 2032 se van a jubilar en Andalucía alrededor de 6.800 médicos, de los que 2.917 son de Primaria, el nivel asistencial que sufre con mayor gravedad la escasez de profesionales.

Para hacer frente a este problema, la consejera de Salud de Andalucía, Catalina García, ha conseguido ir aumentado las plazas MIR hasta en un 38% respecto a 2018, lo que, según prevé, «empezará a dar sus frutos en 2026 para médicos especialistas y en 2027 para Atención Primaria». Pero, reconoce, «no es suficiente». En total, para el 2024 se han ofertado 1.800 plazas MIR, pero según advierte el Sindicato Médico Andaluz, «si cada año se jubilan de media unos 2.125, el déficit de plazas MIR es de 325». «No podemos hacer milagros», repite la consejera cada vez que se le pregunta por este gran problema, que García achaca a la «falta de planificación» del anterior gobierno socialista de la Junta.

Para garantizar la asistencia, desde Salud se han planteado una serie de medidas. Además del aumento de las plazas MIR, favorecer la continuidad asistencial por las tardes, hacer más atractivo el decreto de zonas de difícil cobertura, así como incentivar la jubilación de los médicos especialistas y de primaria a los 70 años.

Según señalan fuentes de la Consejería a este diario, el SAS cuenta con casi 1.000 médicos en activo que han superado la edad de jubilación «a los que agradecemos que se hayan querido quedar en el sistema». «Tenemos una falta de profesionales médicos, del que se ha alertado reiteradamente al Ministerio de Sanidad y hemos pedido soluciones», argumentan desde Salud. Actualmente hay en plantilla 4.737 profesionales mayores de 60 años «y si se jubilasen obviamente el problema se vería agravado», alertan.

Sin requisito de nacionalidad

Ante el déficit de profesionales, el Consejo de Gobierno acordó ayer eximir del requisito de la nacionalidad al personal médico especialista y personal de enfermería extranjero no comunitario que pueda ser contratado por el SAS con el propósito de contribuir así a garantizar la atención en Urgencias, Atención Primaria y la cobertura necesaria en algunas especialidades. «La escasez de este personal limita la capacidad de oferta de servicios sanitarios y ésta se ve empeorada en los periodos de descanso reglamentario del personal de plantilla, obligando a adoptar medidas excepcionales de captación de profesionales», afirma el Gobieno andaluz.