Sevilla encara su Feria de Abril más polémica

Quedan escasos tres días para que empiece una de las ediciones más polémicas de la Feria de Abril. La consulta anunciada por el Ayuntamiento para volver al formato anterior de lunes a domingo o continuar con el existente de sábado a sábado, los problemas de movilidad registrados en las últimas jornadas o decisiones controvertidas como la autorización para vender alcohol en los establecimientos de Los Remedios han generado incertidumbre en una ciudad que espera como agua de mayo una Feria sin incidentes y con buen tiempo, tras el fiasco económico que supuso la Semana Santa.

Bajo las lonas y farolillos habrá tiempo para hablar sobre un modelo u otro. En definitiva, si se recupera el formato tradicional o se mantiene el que empezó en 2017 y que, a tenor del sentir de los feriantes, ya parece agotado. El referéndum telemático estará abierto del 23 al 25 de abril, una vez concluida la edición de este año. Para participar es necesario descargarse un código personal en el portal consultaferia.sevilla.org, al que se puede acceder directamente o a través de un código QR hasta el día 25 de abril a las 20:00 horas. Este código se promocionará en quioscos, casetas, mupis y otros soportes publicitarios. Tras rellenar los datos personales se recibirá un mensaje con los mencionados dígitos que servirá para votar a través de la misma web.

Serán los sevillanos censados en la ciudad los que podrán participar en esta consulta, un total de 582.967 personas. Sin embargo, hay excepciones. Por ejemplo, los propietarios de licencias de carruajes y los titulares de casetas que no estén empadronados, algo que ha provocado algún que otro recelo.

Lo cierto es que la vuelta al formato tradicional fue una promesa electoral del alcalde, José Luis Sanz (PP). Un modelo por el que siempre ha apostado, por eso a muchos les ha sorprendido la convocatoria de esta consulta, que ya fue impulsada por el ex regidor socialista Juan Espadas en 2016 y que se saldó con una exigua participación del 6,91% del censo que estaba llamado a las urnas. La Feria, por tanto, se convierte de nuevo en arma política, una fiesta que cada equipo de gobierno municipal intenta amoldar a sus intereses.

Sanz, además, llegó a plantear una tercera opción de cara a la consulta, una pregunta que finalmente se ha descartado. Proponía el regidor celebrar la cena del "pescaíto" el domingo por la noche y el posterior alumbrado, dando paso a una jornada festiva el lunes. Una fórmula mixta que "tiene lo bueno de los dos modelos y nada de lo malo de los anteriores".

Este año la Feria contó con su primer pregón, impulsado por la asociación de titulares de casetas ATICA. La iniciativa parece que no levantó pasiones en el seno del Gobierno local. De hecho, ni el alcalde ni el delegado de Fiestas Mayores, Manuel Alés, asistieron al acto que protagonizó el periodista Mario Niebla del Toro. Casi 400 personas estuvieron presentes en esta cita destacada que pretende convertirse en tradicional en el calendario.

La movilidad es un asunto complicado en los días de Feria. El plan de tráfico comienza el próximo sábado cortando numerosas calles de Los Remedios, algo a lo que ya están acostumbrados los vecinos. Sin embargo, este año el problema se agrava con el corte al tráfico de la calle Zaragoza, en pleno centro, complicando el tráfico en las inmediaciones del casco histórico.

Otra medida controvertida es la autorización de la venta de alcohol en el barrio de Los Remedios, un extremo que venía prohibiéndose para evitar el botellón. Según el Ayuntamiento, esta prohibición no consiguió atajar el problema, por lo que ahora se podrá adquirir alcohol en los supermercados de la zona hasta las 22:00 horas. ¿Servirá esto de efecto llamada para el botellón?