Patrimonio

Así fue el primer proyecto de restauración de la Giralda

Los días 25 de abril de 1884 y 18 de junio de 1885, dos descargas eléctricas causaron desperfectos importantes en el monumento

Vista de la cara norte de la Giralda, orientada a la calle Cardenal Amigo Vallejo. ALFREDO GUARDIA-EP
Vista de la cara norte de la Giralda, orientada a la calle Cardenal Amigo Vallejo. ALFREDO GUARDIA-EPALFREDO GUARDIA-EPALFREDO GUARDIA-EP

La Giralda es el monumento más conocido de Sevilla. Se trata de la torre campanario de la llamada Catedral de Santa María de la Sede. La parte inferior de la torre es el alminar de la antigua mezquita almohade de finales del siglo XII. La parte superior es una construcción sobrepuesta en el siglo XIV, para albergar las campanas, ya en época cristiana. Según recoge la Archidiócesis de Sevilla en su fondo documental, el primer proyecto contemporáneo de restauración de la torre dio comienzo en 1884 y su expediente se conserva en el Archivo de la Catedral de Sevilla.

Según recoge María Isabel González Ferrín, jefa del Área de los Archivos Catedral y Arzobispal de la Institución Colombina de Sevilla, "la gravedad del mal estado de conservación que presentaba el edificio catedralicio hacía 1881 motivó la apertura de un expediente de restauración del templo hispalense ante el Ministerio de Fomento".

Por ello, "se designó y encargó al arquitecto Adolfo Fernández Casanova, el 14 de diciembre de 1881, para que visitara el monumento y elaborara una memoria explicativa del estado de las fábricas". Ese mismo diciembre "el arquitecto remitió un informe preliminar al Ministerio donde, por Real Orden de 24 de diciembre de 1881, se determinó que “mientras se formula y aprueba el proyecto definitivo de las obras generales de restauración de la Catedral de Sevilla, se proceda inmediatamente a ejecutar las de apeos, encimbrados y acodalamientos propuestas por el arquitecto”", recoge la jefa del Área de los Archivos Catedral y Arzobispal de la Institución Colombina de Sevilla.

Los trabajos se prolongaron más de cuatro décadas y de su seguimiento y control se ocupó una Junta de Obras de la Catedral de Sevilla formada por el deán, Francisco Bermúdez Cañas, y cuatro técnicos en la materia.

Está documentado que "los días 25 de abril de 1884 y 18 de junio de 1885, dos descargas eléctricas causaron desperfectos importantes en la Giralda. Ante esta situación el citado arquitecto redactó hasta cinco proyectos encaminados a realizar intervenciones en la Giralda entre 1884 y 1887, uno de ellos para la instalación de un pararrayos".

En el primero de sus proyectos, firmado el 11 de noviembre de 1884, "incorporó unos planos con recreaciones de cómo pudo ser la torre en su devenir histórico". En uno de ellos, "se representa el alminar anterior al terremoto de 1356, con el yamur que perdió como consecuencia del movimiento sísmico". Otro de los planos "reunió imágenes posteriores al temblor que dató en el año 1394, -año de nacimiento de Cristo de 1356-, obtenidas de diferentes fuentes de información, como el cuadro de Esturmio de la capilla de los Evangelistas o del libro nº 65 de coro de la Catedral hispalense". Fernández Casanova con sus intervenciones "pretendió, en la medida de lo posible, devolver a la Giralda su aspecto original, pero varias de sus propuestas fueron rechazadas por la Academia de San Fernando", recoge el texto.

La documentación generada por esa Junta de Obras se conserva en el Archivo de la Catedral de Sevilla y está constituida por 16 libros y 54 legajos, con un total de 87 planos anejos a cada proyecto.