La ley de capitalidad de Sevilla depende de Sánchez

La visita de Juanma Moreno al Ayuntamiento de Sevilla, la primera tras las elecciones municipales, fue meramente institucional. Quizá internamente fuera de gran relevancia, pero mediáticamente no deparó ningún anuncio significativo. Ni siquiera la proximidad de la aprobación de los presupuestos de 2024 alimentó algún titular que los sevillanos pudieran degustar. La «buena sintonía» dio para repasar la evolución de proyectos curiosamente puestos en marcha la legislatura anterior, con el socialista Antonio Muñoz en la Alcaldía. Y fue, precisamente, una reclamación de éste, la ley de capitalidad, el asunto más relevante y no por que despierte especial ilusión a ninguno.

Al PP, la ley de capitalidad de Sevilla podría crearle un problema en la Málaga de Francisco de la Torre. Quizá por ello, presidente y alcalde trasladaron avances en su tramitación sin la menor euforia. «Próximamente se reunirá la mesa técnica para evaluar en qué consiste», dijo Sanz. Se agendará entre noviembre y diciembre, cuando haya nuevo Gobierno, y entonces se empezará a estudiar porque hasta ahora, dice Moreno, «ha sido un recurso más político que efectivo» y de lo que se trata es «de que sea una ley eficiente y dé respuesta a las necesidades de Sevilla y equilibrada con el resto del territorio». Y alertó: «Si el Gobierno de España no pone recursos es inviable». Una postura pesimista que agrandó el presidente: «Si sigue desentendiéndose de Sevilla como estamos viendo, va a ser muy complicado».

Sanz abrochó el asunto argumentando que el Gobierno debería «aprovechar y arreglar el problema de financiación de los ayuntamientos» y puso de ejemplo el caso de Bruselas, que con 1,5 millones de habitantes tiene un presupuesto de 7.000 millones de euros, mientras Sevilla, con 700.000 habitantes, apenas alcanza los 1.500 millones.

Sanz valoró el esfuerzo inversor de la Junta en Sevilla en contraposición con la inacción del Gobierno de España. «Nunca antes ha estado la SE40 tan paralizada», aseguró antes de recordar la conexión Santa Justa-Aeropuerto o el cierre del anillo de cercanías como proyectos estratégicos ‘olvidados’ por el Ejecutivo central. El alcalde destacó el compromiso de la Junta con el metro –aunque el Ministerio costea el otro 50%, en torno a 650 millones de euros– y repasó proyectos tratados en la reunión como las Atarazanas, la ampliación del Bellas Artes, la necesidad de impulsar el parque empresarial Cartuja, mejorar el Estadio Olímpico, la aprobación «inminente» del decreto que permita regular los pisos turísticos «ilegales» –pendiente del dictamen del Consejo Económico y Social–o la necesidad de convocar la mesa multilateral para invertir en los barrios más degradados de la capital que figuran entre los dudosos «rankings» de Europa.

Respecto a las Atarazanas, se concretó que las obras podrían estar acabadas en mayo, fecha en la que en ningún caso estaría la peatonalización de la zona que respalda el Ayuntamiento.

Sobre la ampliación del Bellas Artes, Moreno nombró la biblioteca de la calle Alfonso XII como una de las posibles ubicaciones alternativas al «gran museo que Sevilla merece» que pretende «no dignificar sino magnificar».

No se puso sobre la mesa la efeméride de la exposición de 1929, un proyecto en el que el alcalde ya reconoció que «ya se va tarde».