Salud
Telemedicina para ganar tiempo al ictus
Gracias al Centro Andaluz de Teleictus se puede intervenir de forma temprana a los pacientes incluso en hospitales comarcales
Se ha convertido en la primera causa de muerte en la mujer y la segunda en el hombre. No respeta edades y va en ascenso. El ictus, la enfermedad que más discapacidad genera en los adultos, está alargando progresivamente sus tentáculos. Su incidencia es de 200 casos por cada 100.000 habitantes y ataca a gente más joven.
La tasa de accidentes cerebrovasculares ha ascendido un 25% en las últimas dos décadas en población de entre 20 y 60 años, según la Sociedad Española de Neurología. Otro informe elaborado y dado a conocer recientemente por los Centros de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) alertó de un aumento del riesgo de ictus en los menores de 65 años a lo largo de la última década (concretamente, en un 14,6% para aquellos entre 18 y 44 años y en un 15,7% para las personas entre 45 y 64 años). Según el CDC este aumento coincide con el aumento de hipertensos y obesos, a lo que habría que añadir el actual estilo de vida marcado por el estrés.
En la región andaluza, se producen unos 21.000 ictus al año y para evitar las secuelas más graves es fundamental recibir una atención lo más temprana posible. Para que un paciente afectado por ictus llegue lo antes posible al hospital, se creó en 2011 el Código Ictus, un sistema organizativo en el que colaboran los servicios de emergencias extrahospitalarias y los hospitales con Unidad de Ictus, así como el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para que cuando llegue el afectado al centro sanitario esté todo preparado para atenderle. Posteriormente, en 2019, se instaló el CATI (Centro Andaluz de Teleictus) con el objetivo de mejorar la atención al ictus agudo y conseguir aumentar las tasas de tratamientos de reperfusión.
Los CATI ofrecen evaluación por telemedicina a través de la red formada por un «pool» de neurólogos vasculares de Andalucía y por los 33 hospitales de la región en los que no hay neurólogos de guardia presencial.
Gracias a este sistema la población se ha beneficiado de un traslado a un centro a menos de una hora de distancia donde se le puede administrar la atención especializada contra este accidente cerebrovascular. Anteriormente, dada la dispersión geográfica de Andalucía, el 30% de la población estaba a más de media hora de un centro donde pudieran aplicar el tratamiento y el 25% estaba a más de una hora. Hasta ahora ha atendido a casi 7.500 pacientes.
Desde que se puso en marcha hace cinco años, el CATI ha activado en 6.793 ocasiones el Código Ictus. Por provincias, Sevilla es la que más casos de ictus atendidos por el CATI ha registrado, con un total de 1.889. Le siguen Almería, con 1.280 pacientes; Jaén 1.104 pacientes; Granada con 1.080 pacientes; Málaga, con 922 casos atendidos; Cádiz con 499 pacientes; y Huelva, con 19 ictus.
El Centro Andaluz de Teleictus aplica el modelo «Spoke and hub», por el que, cuando el paciente llega a un hospital remoto (Hospital de Alta Resolución u Hospital Comarcal) es valorado de forma remota por un neurólogo vascular. La exploración del paciente se realiza por videollamada con la colaboración de los médicos de urgencias. Gracias al sistema de radiología PACS, el neurólogo vascular puede valorar también las imágenes de las pruebas complementarias. En función de la integración de esta información, se logra decidir el tratamiento más adecuado para el paciente (si precisa fibrinolisis y/o trombectomía) y si es necesario el traslado.
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