
Opinión I Méritos e infamias
La vaca, un taxi y muchos autocares
Moreno visitó el pueblo de su vaca esta semana para inaugurar una sede del PP local y se acordaron de la "casi clandestinidad". Queda un año y pico antes de las próximas andaluzas y no queda un taxi libre.

En Hinojosa del Duque pasta una vaca que le quita el sueño a Juanma Moreno y es natural. No por el animal, que no la hicieron de plástico, sino porque dicen que fue el talismán para que, obteniendo los peores resultados de la historia del PP en Andalucía, saliera la carambola que sacó al PSOE de San Telmo. Porque muy pocos, casi nadie, contaba con que aquel chico que vino de Madrid en un AVE, pero a lomos del dedo de Mariano Rajoy, fuera a convertirse en el presidente de la Junta de Andalucía en algún momento. Incluso era palpable en su partido, tanto que en Génova ya había varios afilando los cuchillos con los que trocear y convertir en filete al candidato popular la noche del 02 de diciembre de 2018. «Con este hombre no nos vamos a comer ni una rosca». La frase me la dijeron dos semanas antes de aquellas elecciones y salió de una boca que ya no pasta en Andalucía.
Los taxis de entonces tenían las mismas plazas de siempre, cinco, pero ahora lo bueno es que todo el mundo cuenta que ocupaba un asiento, caminito de San Telmo, en el que cogió Juanma en la estación de Santa Justa. Tanta gente no podría ser, tantos no caben.
Moreno visitó el pueblo de su vaca esta semana para inaugurar una sede del PP local y se acordaron entonces los militantes populares del pueblo de aquellos años de casi «clandestinidad» y taxis a medio llenar porque nadie pensaba que era posible darle la vuelta a la tortilla socialista. Más de uno y de dos se cachondearon de Juanma cuando le preguntó a la vaca cómo iban a quedar las elecciones. «¡Y más de cinco!», que suele ser el número de la última fila de asientos de los autocares que se abarrotan de aplaudidores, «agradaores» y beneficiados con la predicción de la vaca. Muchos, muchos aplausos y mucho frotarse las manos con la sonrisa del oportunista que saborea la ocasión y la nómina a fin de mes.
Queda un año y pico antes de las próximas andaluzas y no queda un taxi libre.
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