
Naturaleza
Los ‘Fat Bears’ son de Alaska, pero sus fans vienen de todo el mundo para verlos
Más de un millón de personas de cien países se preparan para votar en la competición más insólita de Estados Unidos: elegir al oso más gordo de Alaska antes de que llegue el momento de su hibernación invernal

Superar los 540 kilogramos de peso no es una proeza, sino una necesidad vital. Para los osos pardos del Parque Nacional de Katmai, en la remota Alaska, ponerse las botas durante el otoño es la única garantía para sobrevivir al implacable invierno que se les echa encima. Lo que para ellos es un instinto primario, para miles de personas en todo el mundo se ha convertido en un espectáculo fascinante. Este ciclo anual es un recordatorio de la constante lucha por la supervivencia en el reino animal, un tema crucial en un momento en que los científicos siguen desvelando las claves de las grandes extinciones que han marcado la historia del planeta.
De hecho, este ciclo natural de engorde ha dado pie a uno de los certámenes más singulares que se celebran en Estados Unidos: la Semana del Oso Gordo. Cada año, doce osos pardos compiten en una especie de torneo eliminatorio donde el único mérito es la corpulencia. El ganador no es el más ágil ni el más fiero, sino simplemente el que consigue acumular más reservas de grasa antes de la hibernación.
En este sentido, la competición ha desbordado por completo las fronteras de Alaska hasta convertirse en un fenómeno de masas. La última edición congregó a más de un millón de votantes de un centenar de países distintos, una cifra que da buena cuenta de su alcance global, tal y como han publicado en NPR Topics: Animals. Entre los favoritos del público se encuentra un macho dominante conocido como «Chunk», cuyo peso es el mejor ejemplo del objetivo final del concurso. La popularidad de estos osos es tal que el público sigue con atención no solo su capacidad para engordar, sino también sus historias personales, como el caso de un oso que necesitó la intervención de dentistas para solucionar un grave problema dental.
De la supervivencia en la tundra al fenómeno viral en las aulas
Por otro lado, la clave de este éxito reside en la tecnología. Una red de cámaras instaladas en el parque permite a cualquier persona, desde cualquier lugar del planeta, observar a los plantígrados en directo a través de la página web explore.org. Es en esta misma plataforma donde los espectadores pueden seguir las hazañas de los osos pescando salmones en el río Brooks y emitir sus votos para decidir quién avanza en el cuadro de competición.
Asimismo, la iniciativa ha demostrado tener un valor que trasciende el mero entretenimiento. En Estados Unidos, numerosos colegios la utilizan como una potente herramienta pedagógica para enseñar a sus alumnos sobre ecología y conservación. Incluso algunas comunidades de vecinos y congregaciones religiosas han adoptado el seguimiento del torneo como una actividad social para estrechar lazos, comentando las estrategias de sus osos predilectos.
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