
Jardín
¿Tienes agujeros en tu jardín? Así puedes identificar de qué animal se trata
Aprende a leer las pistas para saber quién está detrás de los daños en tu hogar

Si una mañana sales al jardín y el césped está levantando o hay algún agujero, no te preocupes. Cada año, miles de propietarios se enfrentan a los estragos de animales que escarban en el suelo en busca de alimento o refugio. Aunque puede parecer una molestia menor, identificar al responsable es fundamental para aplicar la solución adecuada y evitar daños mayores en el césped, los parterres o incluso en estructuras como cobertizos.
El reto, sin embargo, está en identificar correctamente al animal en cuestión. No todos los agujeros son iguales, ni todos los animales excavan por los mismos motivos. Por eso, más que una simple inspección visual, se trata de una tarea detectivesca que implica observar huellas, excrementos, la forma del daño e incluso la hora del día en que aparece.
¿Cómo empezar a investigar?
La clave está en hacer las preguntas adecuadas. Aquí tienes los factores esenciales que deberías tener en cuenta si te enfrentas a un jardín horadado:
1. Ubicación del daño
¿Está el agujero en medio del césped, junto a una valla, bajo un árbol o cerca de un edificio? El entorno puede dar pistas sobre el animal. Por ejemplo, las marmotas prefieren los bordes de bosques o estructuras humanas, mientras que los topos actúan más a campo abierto.
2. Tamaño y forma del agujero
¿Es un hoyo pequeño como el de una nuez, o grande como una pelota de fútbol? ¿Hay tierra amontonada alrededor o parece una entrada limpia? Los topos, por ejemplo, dejan montículos cónicos, mientras que los topillos crean varias entradas pequeñas sin montículo visible.
3. Momento del día
Saber si el daño apareció durante la noche o en plena luz del día puede ayudar a descartar sospechosos. Los animales nocturnos como los zorrillos y mapaches suelen actuar mientras dormimos, mientras que otros, como las marmotas o las ardillas, son más activos de día.
4. Época del año
Primavera y verano suelen ser épocas de mayor actividad, ya que muchos animales buscan un lugar seguro para criar. No es lo mismo un agujero en abril que uno en noviembre.
5. Rastros adicionales
Huellas, excrementos, senderos en el césped o incluso restos de comida pueden servir como pistas para confirmar la identidad del visitante. Existen guías y recursos online que te pueden ayudar a distinguir entre ellos, aunque siempre puedes acudir a un profesional si las señales no son claras.
Animales más comunes:
Los sospechosos habituales del jardín: estos son algunos de los animales más comunes que podrían estar detrás del desorden:
- Topos: excavan túneles subterráneos en busca de gusanos y larvas. Dejan crestas de tierra visibles sobre la superficie y montículos que parecen pequeños volcanes. Sus túneles son profundos, pero el daño en el césped es superficial aunque extenso.

- Topillos: parecidos a ratones, hacen galerías poco profundas y múltiples entradas planas en zonas con vegetación densa. A menudo se ven a simple vista y su actividad puede ser constante, tanto de día como de noche.
- Zorrillos: cavan hoyos pequeños y cónicos al buscar insectos en el suelo. Son expertos en dejar el jardín como un colador. Aunque suelen actuar de noche, una hembra con crías puede verse en horas diurnas.
- Mapaches: más destructivos que los anteriores, pueden levantar grandes porciones del césped como si fueran alfombras. También aprovechan agujeros existentes para ampliarlos. Su rastro es claro, huellas con dedos largos y restos de basura o comida cercana.

- Armadillos(en regiones cálidas): excavan en busca de insectos, dejando numerosos agujeros poco profundos. Aunque son nocturnos, se los puede ver durante el día en busca de alimento.
- Marmotas: prefieren zonas abiertas cercanas a estructuras humanas. Sus madrigueras tienen entradas grandes (25-30 cm de diámetro) y una red de túneles subterráneos. Solo salen de día.
- Ardillas y ardillas listadas: enterrando y desenterrando nueces, pueden dejar agujeros superficiales en parterres y césped. Las ardillas listadas hacen sus entradas cerca de tocones o montones de maleza.
- Ratas: sus túneles son de unos 7-8 cm y están bien escondidos, generalmente cerca de montones de leña, cobertizos o muros. Su presencia suele coincidir con restos de comida o materiales de nido.

- Pavos salvajes y otras aves: aunque rara vez causan grandes daños, pueden rascar el suelo en busca de alimento, especialmente en otoño e invierno. A menudo se les culpa por daños que en realidad provienen de otros animales.
¿Qué no es probable?
Algunos animales como zarigüeyas, serpientes o coyotes rara vez hacen sus propios agujeros, pero sí pueden ocupar los de otros. Verlos rondando no significa necesariamente que ellos sean los responsables.
¿Cuándo llamar a un profesional?
Si has agotado las pistas, no logras identificar al animal o el daño se vuelve persistente, es momento de recurrir a un especialista en control de fauna silvestre. También es recomendable si detectas la presencia de un animal dentro de estructuras o muy cerca de tu vivienda.
Las agencias ambientales regionales o los servicios de control de plagas pueden ofrecer asesoría o intervención directa. Además, te informarán sobre métodos legales y éticos para resolver el problema, ya que en muchos lugares ciertos animales están protegidos por ley.
Observar antes de actuar
Antes de aplicar repelentes, venenos o instalar trampas, tómate el tiempo de observar y recopilar información. Identificar correctamente al visitante no solo evitará medidas innecesarias, sino que puede ayudarte a resolver el problema de forma más rápida, efectiva y segura para todos, incluido el ecosistema de tu jardín.
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