Las Fallas del Pirineo, San Juan 2025, son una inmejorable razón para visitar los Pirineos oscenses. La fiesta, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, sumerge a todos sus visitantes en un terreno vivo donde se intervienen la tradición, lo enigmático, el patrimonio, la naturaleza y la gastronomía, entre otros elementos.

Más de nueve encantadores pueblos de la provincia de Huesca celebran ancestrales ritos alrededor de las llamas cuando llega esta fecha cargada de magia: la noche del 23 al 24 de junio, el solsticio de verano. El mejor momento en el que honrar al Sol, según el Cristianismo. Fallas, haros y brandons serán encendidos por sus vecinos. Así será en cada uno de estos pequeños núcleos urbanos.

Sahún: espectacular su lluvia de fuego

Su litúrgica tradición de ‘Les falles de Saún’ se ha mantenido con el paso de los siglos, donde el volteo de sus bolas de fuego es su acto más especial. Todos los 23 de junio los integrantes prenden sus fallas en la hoguera encendida en la plaza del municipio. Desde ahí, bajan hacia el barranco más próximo, moviéndolas por encima de sus cabezas y conformando así una lluvia de fuego, toda una espectacular estampa nocturna.

Laspaúles, Villarrué, Suil y su descomunal serpiente de Fuego

Estas tres localidades comparten el mismo tipo de fiesta de fallas. Desde la hoguera que encienden en lo alto de un monte, todos los vecinos bajan en fila con su falla en mano, formando así una preciosa serpiente de fuego en la que participan, sobre todo, abuelos y nietos. Al llegar al pueblo, hay quienes piden deseos y todos celebran San Juan 2025 con una cena popular.

En Bonansa saltan incluso sobre las brasas

En Bonansa, la fiesta parte de la ermita de San Aventín. Después de una cena popular y música en vivo, se enciende una hoguera (el faro) con la que prender la falla de cada participante. Ya en el pueblo, todos participan en una carrera hasta la plaza Mayor, donde una segunda hoguera recibe las fallas. Y, de nuevo, fiesta con música tradicional que se alarga hasta que se puede saltar sobre las brasas sin peligro.

Montanuy, Aneto y Castanesa: inquietante círculo en llamas

La ‘Baixada de falles’ es propia de Montanuy, Aneto y Castanesa. El citado ritual comienza cuando los fallaires ascienden con sus fallas sin encender hasta la montaña más próxima desde la que, ya con la llama, bajan de nuevo al pueblo. Luego, en las plazas de estos pueblos del Pirineo, los fallaires se van poniendo en círculo hasta que llegan todos los vecinos, quienes lanzan sus fallas conformando una nueva hoguera.

San Juan de Plan: así es su carrera de antorchas

San Juan de Plan es la única pequeña localidad que mantiene la tradición de ‘La Corrida de la Falleta’. El 23 de junio, al atardecer, los residentes se van a la llamada ‘Planeta de la Falla’, donde cenan en ‘hermandad’ hasta que anochece. Después, encienden sus antorchas y descienden hasta el municipio. A la altura del río, comienza una trepidante la carrera en la que los más jóvenes deben llegar hasta la plaza con su falla encendida. Ahí, todos tiran sus antorchas en la hoguera de las fiestas de San Juan 2025, dedicada aquí también al ‘Día de la Cultura Chistabina’.