Barcelona

Dejar la medicación contra el asma en verano aumenta las crisis en otoño

El abandono de la medicación contra el asma durante el verano puede aumentar el riesgo de volver a padecer los síntomas de la enfermedad cuando llega el otoño, según la especialista en Neumología del Hospital Ramón y Cajal, Sagrario Mayoralas. Si se dan "vacaciones a los medicamentos", manifestaciones del asma como la tos, sibilancias, disnea u opresión en el pecho pueden aparecer después, por lo que se produce un incremento de hospitalizaciones de los afectados por la patología tras el periodo estival.

En palabras de la experta, las causas de que los pacientes dejen de tomar los medicamentos son "el periodo de descanso de los síntomas entre las fases críticas de primavera y otoño que suele marcar el verano y la falsa sensación de control de la enfermedad". Por otro lado, el enfermero del Servicio de Neumología del Hospital de la Sta. Creu i Sant Pau de Barcelona, Jordi Giner, añade otra causa, que no es más que "la propia relajación estival", que, a su juicio, "puede llevar a los pacientes a relajarse también en el seguimiento del tratamiento prescrito, sobre todo si se encuentran bien".

Aunque en verano los síntomas más frecuentes del asma no suelen aparecer, Mayoralas y Giner advierten sobre la aparición de otros riesgos que pueden desencadenar la crisis asmática durante el periodo vacacional, como la humedad en zonas de costa, que incrementa la concentración de ácaros en el aire; el aumento del ozono debido al mayor número de horas de sol; los cambios bruscos de temperatura propiciados por las instalaciones de aire acondicionado que afectan a los bronquios inflamados de los asmáticos; y las tormentas de verano que aumentan la concentración de polen.

Septiembre, mes crítico

Un estudio realizado en más de 900.000 niños de edades comprendidas entre los dos y los 15 años ha demostrado que las crisis asmáticas ocurren con el doble de probabilidad en septiembre, cuando vuelven a la escuela, que en agosto. Asimismo, los investigadores han descubierto que en agosto se dispensan menos recetas en las farmacias para medicamentos contra el asma, sin embargo al mes siguiente se duplica la tasa.

Estos datos confirman que se descuida el tratamiento durante el estío y que el otoño trae consigo el incremento de crisis asmáticas, también condicionado por el aumento de las alergias en otoño y una mayor exposición a las infecciones propias de la vuelta al colegio. Con motivo de la llegada del verano, los expertos han ofrecido una serie de recomendaciones para tratar el asma en esta estación. La primera de ellas es que los pacientes sean informados debidamente sobre los riesgos de suspender la medicación a largo plazo. "Las medicinas para el asma son medicamentos de acción a largo plazo que se toman a diario para reducir la inflamación de los pulmones y prevenir el agravamiento de la enfermedad. Así, aunque el paciente pueda sentirse bien, sus pulmones dependen del efecto terapéutico de estos fármacos para controlar la inflamación", explica Mayoralas.

Por otro lado, Giner explica que "los dispositivos de inhalación más sencillos favorecen la adherencia al tratamiento". Asimismo, insiste en la importancia de tener la medicacación en un lugar visible e "integrarla dentro de la rutina diaria". En caso de viajar en avión, es aconsejable transportar la medicación en el equipaje de mano y llevar la receta o la prescripción médica, aunque se recomienda consultar cada caso con la compañía aérea correspondiente, especialmente si se viaja fuera de la Unión Europea.