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La fiebre chikungunya amenaza ahora a Centroamérica

La chikungunya, una enfermedad parecida al dengue que se detectó por primera vez en América hace seis meses, ya ha causado 14 muertes y hay más de 4.500 casos confirmados y más de 165.000 sospechosos en su gran mayoría en países caribeños, aunque también amenaza a Centroamérica, pues ya llegó a El Salvador.

El Gobierno de Cuba reconoció hoy por primera vez la presencia del virus en la isla, donde se han confirmado hasta ahora seis casos, todos ellos «importados», como se conocen los que afectan a personas que se contagiaron fuera de sus países.

Mucho más numerosos son los casos de contagio local, los cuales hasta el 13 de junio totalizaban 4.576 confirmados y 165.990 posibles en un área que comprende 19 países y territorios americanos, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reporta hasta ahora 14 fallecimientos por la chikungunya: nueve en Martinica, tres en San Bartolomé, uno en República Dominicana y uno en Guadalupe.

«Es probable que el virus siga extendiéndose por nuevas áreas en las Américas (Norte, Centro y Sur del continente)», señalan los CDC.

En el territorio continental de EE.UU. se han detectado 80 casos, todos «importados», pero las autoridades sanitarias temen que pueda haber brotes locales en zonas del sur del país donde habitan las dos especies de mosquitos que transmiten esta enfermedad de origen africano, para la que no hay cura ni vacuna.

«En este momento todavía no se han reportado casos de contagio en Estados Unidos, pero estamos observando de cerca la situación y creo que es probable que llegue al país», dijo a Efe Jennifer McQuiston, directora del Departamento de Epidemiología y Diagnóstico de Actividad de Enfermedades Infecciosas Zoonóticas de los CDC.

Además de EE.UU., ha habido, según la OPS, siete casos «importados» en Brasil, dos casos en Panamá, dos en Venezuela y dos en Chile, a los que se suman los seis de los que hoy informaron las autoridades de Cuba.

Los afectados son cubanos «vinculados al comercio ilícito» que habían viajado recientemente a Haití y República Dominicana, y «evolucionan favorablemente», señala una nota oficial.

A las autoridades sanitarias les preocupa la situación en la isla de la Española, ya que en República Dominicana se han confirmado sólo 18 casos, pero se sospecha de un total de 77.320, y en Haití, se han contabilizado 14 pero se cree que puede haber hasta 11.802.

Fuentes locales aseguran que más de 75.000 personas han sido asistidas en República Dominicana desde que comenzó la epidemia a finales de marzo.

El número de personas con síntomas de la enfermedad va en aumento y las emergencias de los hospitales siguen repletas, mientras algunas farmacias reportan escasez de acetaminofén, un fármaco utilizado para tratar la fiebre producida por la enfermedad.

En Puerto Rico, hasta el 17 de junio, se reportan 23 casos de contagio local, según la información de los CDC.

El virus, endémico en el sudeste asiático, África y Oceanía, llegó a América el pasado diciembre, cuando se detectó en la parte francesa de la isla San Martín, que tiene otra parte holandesa.

Desde entonces se ha propagado sobre todo por el Caribe, pero también ha aparecido en El Salvador, que no es ribereño de ese mar.

Se trata de una fiebre que muy raramente resulta mortal y que se trata sintomáticamente igual que el dengue, pues también causa fiebre y dolores en las articulaciones.

Según un recuento de la Agencia de Salud Pública Caribeña (CARPHA, en inglés), en Martinica hay ya 1.515 casos confirmados y en Guadalupe, 1.328, aunque se sospecha que unas 35.000 personas en cada uno de esos países puede haber contraído el virus.

Se entiende por caso «sospechoso» el que no ha sido comprobado por laboratorio pero presenta los síntomas.

En el Salvador, que no tiene costas al Caribe, hasta el pasado día 15 el virus ya había afectado a 1.119 personas, según informó ese día la ministra de Salud, Violeta Menjívar.

El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, anunció hoy que se declarará una situación de alerta para combatir a los zancudos transmisores del chikungunya en los lugares donde ha aparecido la enfermedad para evitar que se extienda a todo el país.

El chikungunya «puede convertirse en una epidemia», ya que actualmente es la temporada de lluvias y «hay muchos zancudos por todas partes», dijo Sánchez Cerén.

Otros países centroamericanos como Nicaragua y Costa Rica han tomado ya medidas para enfrentar una posible epidemia del virus chikungunya.

En la Guyana francesa hay 319 casos confirmados, en Dominica, 129, y en San Bartolomé, 142, según la CARPHA.

En la parte francesa de San Martín se han confirmado hasta el momento 793 casos y se sospecha de otros 3.380, mientras que en la zona holandesa se han contabilizado 343 enfermos y no se dispone de datos de otros posibles afectados.

Igualmente se han detectado contagios en Anguila, Antigua y Barbuda, Aruba, Barbados, las Islas Vírgenes británicas y estadounidenses, Guyana, Puerto Rico, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Turcas y Caicos.

El virus se propaga por medio de la picadura de los mosquitos aedes aegypti y aedes albopictus, que también transmiten el dengue.

El chikungunya, cuyo nombre significa «retorcerse» en la lengua kimakonde, lo que obedece a que los enfermos les duelen las articulaciones, apareció por primera vez en Tanzania en 1952 y desde allí pasó al resto de África y Asia, según la OMS.