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Con un calentamiento global de 2ºC el área quemada en España por los incendios forestales podría incrementarse un 75%

Con un calentamiento global de 2ºC el área quemada en España por los incendios forestales podría incrementarse un 75%
Con un calentamiento global de 2ºC el área quemada en España por los incendios forestales podría incrementarse un 75%larazon

El calentamiento antropogénico aumentará la extensión del área quemada por los incendios en la Europa mediterránea

El calentamiento global aumenta el potencial devastador de los incendios forestales en la Europa mediterránea. Es algo de lo que vienen alertando los expertos desde hace años. Pero ahora, un estudio publicado en la revista “Nature Communications”, dirigido por investigadores de la Universidad de Barcelona en colaboración con otras instituciones de investigación, muestra en detalle cómo el calentamiento antropogénico aumentará la extensión del área quemada por los incendios en la Europa mediterránea. Cuanto más alto sea el nivel de calentamiento, mayor será el riesgo.

“Nuestros resultados indican que, con un calentamiento global de 1,5ºC, el área quemada podría crecer un 40% con respecto a las estimaciones que no consideran esta subida de temperatura. Si el calentamiento es de 3ºC, este aumento sería del 1005”, explica a este periódico Marco Turco, investigador del Departamento de Física Aplicada de la Facultad de Física de la Universidad de Barcelona y primer autor del estudio.

En el caso concreto de España, “con un calentamiento global de 1,5ºC el área quemada podría incrementarse un 52%, con un aumento de 2ºC, un 75% y con una subida de 3ºC, el área quemada en España podría incrementarse un 125% respecto a las estimaciones que no consideran el calentamiento futuro”, precisa.

Para llegar a esta conclusión, los científicos han combinado proyecciones climáticas regionales con modelos empíricos que vinculan el área quemada durante el verano con factores climáticos clave. Estos resultados refuerzan la declaración del Acuerdo de París (2015), que apunta que limitar el aumento de la temperatura a 1,5 ºC podría reducir de forma significativa los riesgos y los impactos del cambio climático. “En general, los veranos más cálidos y secos causan incendios más grandes. Sin embargo, la relación clima-fuego es más compleja. Hemos observado que el área quemada es más sensible a la sequía en la región del norte. Es decir, la sensibilidad de la actividad de los incendios a los períodos secos es mayor en zonas productivas. A este efecto se debe el aumento más grande de las zonas rojas en la mitad norte”.

Las temporadas de incendios durante 2017 y 2018 han sido notablemente agudas en algunas regiones de Europa, con grandes incendios forestales en Grecia, Portugal y Suecia que han sido relacionados con sequías y olas de calor intensas. Estos fuegos han provocado pérdidas económicas, ecológicas e incluso víctimas mortales.

Marco Turco y su equipo han utilizado un conjunto de modelos climáticos regionales para prever las áreas quemadas en la Europa mediterránea, teniendo en cuenta cómo la relación entre la vegetación y el fuego cambiará en distintos escenarios debido a diversos factores, como las sequías, por ejemplo. Estos resultados, combinados con el aumento de la exposición social a grandes incendios forestales durante los últimos años, requieren un replanteamiento de las estrategias de gestión actuales. Los efectos del cambio climático podrían superar los esfuerzos de prevención de incendios, lo que implica que se deben planificar más esfuerzos de gestión de incendios en el futuro cercano. Mantener las acciones de gestión de incendios en el nivel actual podría no ser suficiente para contrarrestar un aumento futuro de las sequías”, hace hincapié el investigador. “En este sentido -prosigue-, la capacidad de modelar la relación entre el clima y el fuego es crucial para identificar acciones clave en las estrategias de adaptación al cambio climático. En particular, los pronósticos climáticos estacionales pueden permitir una adaptación más efectiva y dinámica a la variabilidad y el cambio climáticos, ofreciendo una oportunidad sub-explotada para reducir el impacto del fuego de las condiciones climáticas adversas”.