Salud

Cardiólogos y odontólogos, contra la periodontitis

Esta enfermedad bucal afecta a un 12% de los pacientes y padecerla multiplica por dos el riesgo de desarrollo de patologías como la hipertensión, el infarto o el ictus

En la imagen, el equipo de cardiólogos y odontólogos que forman la unidad conjunta
En la imagen, el equipo de cardiólogos y odontólogos que forman la unidad conjuntalarazon

Esta enfermedad bucal afecta a un 12% de los pacientes y padecerla multiplica por dos el riesgo de desarrollo de patologías como la hipertensión, el infarto o el ictus

Salud bucal y corazón van de la mano. Hay estudios que vinculan la periodontitis, que sufre un 12% de la población española, a la aparición de hipertensión, colesterol o, incluso, se asocia con accidentes cardiovasculares más graves como ictus e infartos. Con el fin de poder abordar esta problemática los servicios de Cirugía Oral y Maxilofacial y Odontología y Periodoncia Hospitalaria y de Cardiología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo han establecido un protocolo de actuación para detectar riesgo cardiovascular en los pacientes que acuden a la consulta del dentista.

En este sentido, Miguel Carasol y Antonio Lorente, de la Unidad de Periodoncia Hospitalaria, y María Luisa Martín, cardióloga del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, explican que «la cantidad de personas teóricamente sanas que pasan por la consulta del dentista y la sencillez del procedimiento de detección de la hipertensión arterial permiten que actuemos como un centro de promoción de la salud, pudiendo evitar grandes complicaciones a nuestros pacientes e incluso salvar vidas».

Así, en el fondo se trata de hacer frente a las cifras que se desprenden de este asunto: en España sólo el 5% de la población adulta tienen sus encías sanas; el 56% de los adultos de 35 a 44 años tiene gingivitis y el 38% periodontitis; esta última cifra se incrementa hasta el 65% de periodontitis en los mayores de 55 años; y, se estima que en el mundo hay más de setecientos millones de personas con las formas más avanzadas de periodontitis, un 12% de la población adulta.

¿Dónde está el origen?

La periodontitis es una infección crónica de las encías que provoca una inflamación sostenida que puede afectar a varios órganos a través de la sangre. «La inflamación crónica es un factor conocido en la causa de la arteriosclerosis, responsable a su vez de la patología cardiovascular más frecuente y letal, como son los infartos de miocardio o los ictus. –explican los expertos, y continúan.– Existe una evidencia emergente de la periodontitis como un factor de riesgo más para la enfermedad cardiovascular arteriosclerótica, por lo que se aconseja informar a los pacientes sobre el riesgo que tiene la inflamación periodontal para su salud, tanto oral como general».

Entre las patologías, por ejemplo, que se pueden abordar está la hipertensión. «El registro de la presión arterial es relativamente sencillo, al menos como elemento de sospecha, y se puede y debería realizar como medio preventivo cuando el paciente acude por primera vez a la consulta dental o en las citas de revisión a lo largo del tiempo», apuntan. Tanto en la consulta del dentista como en el cardiólogo se pueden encontrar los signos de estas patologías a través de un cuestionario. «En la consulta del cardiólogo se puede sospechar la presencia de periodontitis en los pacientes sin necesidad de realizar exploraciones bucales complejas, ya que hoy en día existen cuestionarios validados que permiten detectar la sospecha o presencia de periodontitis mediante un pequeño número de preguntas dirigidas en este sentido. Es una medida sencilla y muy práctica y beneficiosa para los pacientes».

Además, otras enfermedades cardiovasculares relacionadas con la arteriosclerosis son en las que se ha visto que la periodontitis puede ser un factor de riesgo adicional, «es decir, la isquemia coronaria (angina de pecho, infarto agudo de miocardio), los accidentes cerebrovasculares (ictus) y la patología en los vasos sanguíneos periféricos. Estos cuadros son enormemente frecuentes y causan graves problemas de salud y elevadas tasas de mortalidad», concluyen los expertos.