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Crece la incidencia del cáncer de tiroides y también su curación

La Unidad de Terapia Metabólica del Servicio de Medicina Nuclear y PET-TAC del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla ha realizado este último año cerca de. un centenar de tratamientos con yodo-131 para este tipo de tumor

El cáncer de tiroides es más frecuente en los siguientes casos: ser mujer, tener 30-50 años y antecedentes personales o familiares de enfermedad tiroidea
El cáncer de tiroides es más frecuente en los siguientes casos: ser mujer, tener 30-50 años y antecedentes personales o familiares de enfermedad tiroidealarazon

La Unidad de Terapia Metabólica del Servicio de Medicina Nuclear y PET-TAC del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla ha realizado este último año cerca de

un centenar de tratamientos con yodo-131 para este tipo de tumor

En España, se diagnostican cada año unos 3.000 casos de cáncer de tiroides. Esta enfermedad presenta una supervivencia muy elevada, dado que la mayoría de los casos responden de forma excelente al tratamiento. «Es tres veces más frecuente en mujeres en edades comprendidas entre los 40-50 años», apunta Andrés Durán, especialista en Medicina Nuclear del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla, quien apunta que, aunque se trata de un tumor poco frecuente en general, es el más común del sistema endocrino y su incidencia ha ido creciendo en los últimos años, debido, principalmente, al aumento de la vigilancia médica y la introducción de nuevas técnicas diagnósticas.

Por ello se incide en la importancia de la detección precoz, siendo recomendable realizar exploraciones periódicas de la zona del cuello, donde pueden aparecer inflamaciones propias de una lesión tumoral. Y, aunque existen una serie de factores que están relacionados con la aparición de este tipo de tumores, la mayoría de las personas con cáncer de tiroides no tienen factores de riesgo conocidos.

Según explica Durán, en el diagnóstico y tratamiento del cáncer diferenciado de tiroides es fundamental la implicación de un equipo multidisciplinar de especialistas –endocrinos, cirujanos, oncólogos, radiofísicos y médicos nucleares, entre otros– que aportan una asistencia integral y un mejor pronóstico de la enfermedad.

El abordaje del cáncer de tiroides se basa en tres pilares que son la cirugía –extirpación de la glándula tiroides–, el tratamiento con yodo-131 y la toma de hormona tiroidea. En concreto, el tratamiento con yodo se realiza con la ingesta de una cápsula que contiene un isótopo radiactivo, que es el emisor de las partículas que tiene propiedades terapéuticas.

Habitación de aislamiento

«El tratamiento de elección de este tipo de cáncer consiste en extirpar la glándula tiroides en su totalidad, la tiroidectomía. Tras la intervención quirúrgica no hay glándula tiroides, así que no existe producción de hormonas tiroideas por parte del organismo, por lo que se hace necesario un aporte externo de las mismas. En la mayoría de estos tumores –alrededor del 90%– además, es necesario un tratamiento con yodo-131 para la eliminación de los restos de tejido tiroideo que no se hayan podido extirpar, por su adherencia a estructuras delicadas del cuello», explica Durán.

Precisamente, la Unidad de Terapia Metabólica del Servicio de Medicina Nuclear y PET-TAC del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa ha realizado este último año cerca de un centenar de tratamientos con yodo-131 para carcinoma diferenciado de tiroides.

Y es que, para este tipo de tratamientos, se requiere el ingreso del paciente en una unidad especial denominada Unidad de Terapia Metabólica, que dispone de una habitación de aislamiento, con el fin de cumplir con la eliminación controlada de residuos radioactivos y la protección del entorno de los pacientes de la radiación emitida por los mismos. Para ello, la habitación cuenta con todas las comodidades, como baño, conexión wifi, televisión, reproductor de DVD, conexión telefónica, así como una pequeña videoteca.

«Permanecen hasta que la radiación emitida esté por debajo de un umbral, medido con un detector de radiación en unas condiciones concretas. Esta radiación dependerá de la actividad radiactiva administrada. Se podría decir que de media está unas 48 horas ingresado. En todo momento hay algún operador de la instalación en la Unidad. Además, en el caso de nuestro hospital, disponemos de un servicio de Urgencias, que funciona las 24 horas del día», concluye el doctor Durán.

En este sentido, el Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica juega un papel fundamental en el día a día de la Unidad de Terapia Metabólica, tanto en el cumplimiento de normas y recomendaciones internacionales sobre protección contra radiaciones ionizantes, como en la resolución de cualquier duda relacionada con la protección radiológica de pacientes, trabajadores y público en general.