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El microbioma intestinal puede afectar a la evolución de la ELA

Un estudio en ratones prueba que un cepa microbiana, la Akkermansia, retarda la progresión de la enfermedad

La cepa Akkermansia retardó la progresión de la patología en ratones y prolongó su supervivencia
La cepa Akkermansia retardó la progresión de la patología en ratones y prolongó su supervivencialarazon

Investigadores del Weizmann Institute of Science, de Israel, han demostrado en un estudio realizado en ratones y publicado en la revista «Nature», que los microbios intestinales –denominados como el microbioma intestinal– pueden afectar al curso de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

Antes de alcanzar esta conclusión, los científicos probaron previamente que los síntomas de una enfermedad similar al ELA en ratones transgénicos empeoraron después de haber recibido antibióticos de amplio espectro para eliminar una parte sustancial de su microbioma.

Además, descubrieron que estos roedores tuvieron dificultades para sobrevivir en un ambiente estéril y observaron un posible vínculo entre las alteraciones en el microbioma y la progresión acelerada de la enfermedad en ratones que eran genéticamente susceptibles al ELA.

Ante esto, y utilizando métodos computacionales avanzados, los científicos caracterizaron la composición y función del microbioma en los animales propensos a esta enfermedad, comparándolos con los ratones normales. De esta forma, identificaron un total de once cepas microbianas que se alteraron en ratones propensos a padecer la ELA a medida que la enfermedad avanzaba o, incluso, antes de que estos animales de laboratorio desarrollaran síntomas.

Cuando los científicos aislaron estas cepas microbianas y las administraron una por una, en forma de suplementos de tipo probiótico, a aquellos animales propensos a la enfermedad observaron que tuvieron un claro impacto negativo en la patología, si bien la cepa Akkermansia muciniphila retardó significativamente la progresión de la patología en los modelos murinos y prolongó su supervivencia.

Nicotiamida

Para revelar el mecanismo por el cual Akkermansia puede estar produciendo este efecto, los científicos examinaron miles de pequeñas moléculas secretadas por los microbios intestinales, y se centraron en una, la nicotinamida (NAM), comprobando que sus niveles tanto en la sangre como en el líquido cefalorraquídeo de los ratones propensos a padecer la ELA se redujeron después del tratamiento con antibióticos. Y, de la misma forma, también vieron que aumentaron después de que estos roedores fueron suplementados con Akkermansia, la cual fue capaz de secretar esta molécula.

Para confirmar que NAM era, de hecho, una molécula secretada por un microbioma que podría dificultar el curso de la ELA, los científicos infundieron continuamente a los modelos murinos modificados con esta sustancia, comprobando que la condición clínica de estos ratones mejoró significativamente.

Finalmente, un estudio detallado de la expresión de genes en sus cerebros sugirió que NAM mejoró el funcionamiento de sus neuronas motoras.