Salud

«Está caduca la creencia de que la postura erguida es la mejor»

Bowspring nace en Denver (EE UU) en 2013. Desi Springer y John Friend, sus fundadores, perfeccionan aún a día de hoy el sistema para poder llegar a todos de una forma sencilla y saludable. Más atractivo y más sencillo que el yoga, este método viene a revolucionar antiguos conceptos de la rigidez postural y plantean la curva y la fluidez de movimientos como base de todo.

Foto: Rubén Mondelo
Foto: Rubén Mondelolarazon

Bowspring nace en Denver (EE UU) en 2013. Desi Springer y John Friend, sus fundadores, perfeccionan aún a día de hoy el sistema para poder llegar a todos de una forma sencilla y saludable

- Su propuesta marca un punto de inflexión con el yoga actual. Hasta ahora la práctica de este tipo de disciplinas piensa en líneas rectas, pero su método «Bowspring» aboga por recuperar las curvas del cuerpo humano y trabajar sobre ellas, ¿por qué?

-John Friend (JF): Porque es lo natural. Uno mira un cuerpo y no ve un palo, ve curvas y son bellas. En el Bowspring, tenemos en cuenta las tres curvas principales de la columna: desde las piernas hasta el sacro, desde éste hasta el cuello, y de aquí a la cabeza. Se trata de mantenerlas activas, creando un efecto de «muelle». Así, recuperamos una postura curvilínea, dinámica y abierta. Esta postura la describimos generalmente como una forma en «S» a lo largo de la parte posterior. Y es que las moléculas son curvilíneas, el ADN es una espiral... Todo es curvo. Primero estamos ante movimientos y posturas más naturales, basado todo en una serie de evidencias científicas actuales. Lo cierto es que cuando una persona está feliz o se siente creativa lo manifiesta a través de su expresión corporal como si uno estuviese abierto hacia afuera, pero si se encuentra deprimido o enfadado, se reacciona de forma contraria, como si uno se fuera a encoger.

-Con este sistema, ¿ponen las curvas de moda en una disciplina que no las contemplaba hasta ahora?

-JF: Lo primero que uno piensa cuando le mencionan el yoga es algo recto. Y rompemos con un mito muy extendido a lo largo del siglo XX. Se trata de darse cuenta de que el cuerpo fluye y se manifiesta a modo de olas. Ya está caduca la creencia de que la postura erguida es la mejor, cuando resulta que perjudica las articulaciones. El tono de la fascia mantiene nuestro cuerpo en posición. Cualquier forma postural que asumamos con mayor frecuencia durante el día es la forma que tomará la fascia. En el sistema Bowspring trabajamos para fortalecer la parte posterior de nuestro cuerpo. El modelo estándar de la postura erguida es perjudicial para las articulaciones y para el bienestar general a largo plazo.

-¿Cuáles son los beneficios de este método de la postura «S»?

-JF: Pues se trata de que la conexión entre los tejidos, los músculos, la fascia... con Bowspring; es decir, que todos los componentes se enganchen a la vez, pero no de forma homogénea, sino heterogénea con sus curvas, arcos... músculos definidos por líneas curvas. Esto tiene como resultado un estado más favorable, más abierto, más natural, más adaptado a los movimientos.

Desi Springer: La forma de éstos tiene su repercusión en el día a día, a la hora de agacharse a recoger cosas del suelo, mientras conduces, cuando andas, incluso mejora la forma física de los corredores.

-¿Para quién está indicado y hasta qué punto resulta más sencillo que el yoga más «tradicional»?

-DS: Para todos, desde niños hasta mayores. No hay límite. Para personas de avanzada edad que quieren activarse resulta práctico. Es mucho más sencillo si no se ha practicado antes ninguna disciplina ya que los que sí lo han hecho necesitan un cambio de mentalidad para adoptar esta nueva teoría.

-JF: Incluso para los hombres, no necesirtamos tener esa gran elasticidad que precisa el yoga (risas).

-¿Cómo se puede aprender a practicar este tipo de yoga?

-DS: Hay que buscar centros especializados, no vale cualquier sitio. Cada vez hay más, basta con mirar en nuestra página web para descubrirlos.