Prevención

«Nuestro objetivo es evitar, en lo posible, la necesidad de diálisis y trasplante»

Dr. Manuel Praga Terente / Nefrólogo asesor de la Unidad de Patología Glomerular del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo. Grupo Quirónsalud
Dr. Manuel Praga Terente / Nefrólogo asesor de la Unidad de Patología Glomerular del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo. Grupo Quirónsaludlarazon

10 preguntas sobre urología al Dr. Manuel Praga Terente / Nefrólogo asesor de la Unidad de Patología Glomerular del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo. Grupo Quirónsalud

1- ¿Qué patologías abarca la Unidad de Patología Glomerular y enfermedades sistémicas?

Las enfermedades glomerulares primarias, es decir las que no están asociadas a trastornos generales del organismo y las asociadas a enfermedades sistémicas. Entre éstas, hay que destacar el lupus eritematoso, las vasculitis, las complicaciones renales de enfermedades hematológicas y tumorales... Pero las causas más frecuentes de patología glomerular son la nefropatía diabética (que actualmente constituye una auténtica epidemia y es la principal causa de enfermedad renal terminal), la nefropatía de la obesidad y las repercusiones renales de la hipertensión.

2- ¿Cuál es el perfil del afectado?

Las patologías glomerulares pueden observarse a cualquier edad, pero por ejemplo, el lupus afecta más a mujeres jóvenes y las vasculitis son más frecuentes en pacientes mayores. En muchos pacientes los síntomas son evidentes: orinas oscuras, edema, hipertensión de comienzo brusco... Pero un buen número de casos son asintomáticos o presentan solamente molestias vagas. En estos casos, la detección de anormalidades analíticas en la función renal (elevación brusca de los valores de creatinina sérica), presencia de proteínas/albúmina en orina... es muy importante y deberían de estudiarse a fondo. Me sigue sorprendiendo la nula atención que en ocasiones se presta a estos cambios analíticos, particularmente en pacientes jóvenes, porque la detección precoz es decisiva en estas enfermedades.

3- ¿La enfermedad renal se diagnostica bien?

El cuidado de la enfermedad renal crónica y el manejo de los pacientes en diálisis o trasplantados renales es excelente en nuestro país. En atención primaria existe un muy buen nivel en general acerca del tratamiento de la enfermedad renal crónica en el anciano y las guías nacionales e internacionales se siguen con buen criterio. Pero creo que existe un hueco importante en la detección precoz y tratamiento correcto de las patologías glomerulares primarias y secundarias en nuestro país, lo que podría evitar que un buen número de estos casos acabara precisando diálisis crónica o trasplante renal.

4- ¿Se podría decir que el riñón es un sensor del bienestar general?

Sí, el riñón tiene una influencia decisiva en la salud corporal y, a su vez, su función se altera por numerosas enfermedades inicialmente localizadas fuera del riñón. En los últimos años, se han realizado descubrimientos trascendentales acerca de cómo anomalías renales en la mayoría de casos asintomáticas (por ejemplo, albuminuria de escasa cuantía, o reducciones moderadas de la función renal) tienen una profunda influencia en el envejecimiento y en la mortalidad cardiovascular.

5- Gracias a los últimos avances en enfermedad renal crónica, ¿cómo ha mejorado la calidad de vida de los pacientes?

En comparación con la situación existente hace 2-3 décadas, la calidad de vida del paciente renal es hoy mucho mejor. En esta evolución ha sido decisiva la introducción de fármacos mucho más eficaces y mejor tolerados para el tratamiento de la hipertensión, complicaciones de la insuficiencia renal crónica y diabetes. Para el tratamiento de las enfermedades glomerulares más agresivas, disponemos de fármacos inmunosupresores más eficaces y mejor tolerados. Y la experiencia acumulada a lo largo de los últimos años permite hacer un uso más juicioso y ajustado en tiempos y dosis de los fármacos, evitando muchos de sus efectos secundarios.

6- ¿Qué papel está jugando el desarrollo de nuevos fármacos?

Disponemos de información acerca del tipo de pacientes en los que los fármacos, tanto los más modernos como los más tradicionales, son eficaces y, por el contrario, aquellos pacientes que no se van a beneficiar de determinados tratamientos. Esto se ha conseguido mediante estudios controlados realizados en los últimos años y ha sido un avance muy importante para no someter a pacientes renales a terapias que no van a aportar beneficios pero sí, en ocasiones, efectos adversos. Los avances en el conocimiento de las bases moleculares y genéticas de muchas enfermedades renales están abriendo ya enormes posibilidades terapéuticas que pronto se podrán aplicar en la clínica.

7- En relación a la pregunta anterior, ¿qué valor aporta a la Unidad el desarrollo de un programa de docencia e investigación de nuevos fármacos?

La investigación, tanto básica como clínica, y la realización de estudios sobre la eficacia de nuevos fármacos redundan siempre en una mejora de la calidad asistencial. Por ello, la Unidad de Patología Glomerular y enfermedades sistémicas nace con el objetivo de desarrollar al máximo investigación y docencia como complementos idóneos de la actividad clínica.

8- ¿En qué se basa el éxito del tratamiento de estas enfermedades?

Primero, un diagnóstico precoz de las mismas. Un determinado tratamiento puede ser tremendamente eficaz para resolver una enfermedad glomerular renal cuando se administra en las fases iniciales del proceso. Sin embargo, cuando el tratamiento se difiere en el tiempo por diversos motivos el mismo tratamiento puede ser ya totalmente ineficaz. En el riñón, muchas situaciones de inflamación se transforman en cuestión de pocos meses e incluso semanas en estados de esclerosis en gran medida irreversible. El diagnóstico de estas patologías requiere medios complejos y, en ocasiones, son necesarios procedimientos invasivos, como la biopsia renal. Lo más importante es la experiencia de los médicos, tanto nefrólogos como patólogos y médicos de otras especialidades, que permita establecer un diagnóstico correcto y rápido e instaurar el tratamiento más apropiado. Nuestra Unidad es idónea para conseguir estos objetivos.

9- En la enfermedad renal crónica, ¿el trasplante es la solución ideal?

Es la opción ideal para aquellos pacientes en los que la función renal se ha agotado. Ofrece mejores resultados en cuanto a supervivencia y calidad de vida que la diálisis. Es preciso insistir en que nuestro objetivo primordial es evitar en lo posible la necesidad de diálisis y trasplante. Con un adecuado control de tensión arterial y el uso apropiado por personal experto de fármacos como los bloqueantes del sistema renina-angiotensina-aldosterona y otros puede lograrse la estabilización de muchos pacientes con estadios avanzados de insuficiencia renal crónica.

10- ¿Cómo se pueden prevenir las patologías en el riñón?

Las enfermedades renales más frecuentes son la nefropatía diabética y la afectación renal secundaria a hipertensión. Todas las medidas que han demostrado su eficacia para prevenir la aparición de diabetes e hipertensión, como el ejercicio físico, evitar el sobrepeso y seguir una dieta equilibrada pobre en grasas y sal son también aplicables a la prevención de insuficiencia renal.