«Para abordar los retos en Sanidad es clave una planificación estratégica»

En su nuevo volumen, «El futuro de la Sanidad en España», el actual portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en el Senado y ex secretario general de Sanidad, aborda las debilidades y desafíos del sistema sanitario español.

- Hablar de Sanidad hoy parece sinónimo de gastos y recortes, ¿por qué no de inversión?

-Eso tiene que ver con el hecho de que en los último años con la crisis económica, las decisiones que ha tomado el Gobierno, las más dolorosas, son las relacionadas con recortes presupuestarios. Pero, precisamente en mi libro planteo que la Sanidad es una inversión por varios motivos: porque cumple una función social valorada, la recuperación de la salud o la prevención de la enfermedad; porque eso ayuda, como derecho de la ciudadanía. Además, es la primera empresa del país que emplea a más de un millón doscientas personas e invierte buena parte de sus recursos en prestaciones que se producen tras la investigación; así que todo ese I+D tiene su relación con la Sanidad. De hecho, hay estudios que apuntan a que por cada euro invertido se recuperan cuatro a la sociedad. Por ello, desde el libro se considera que siendo importante la financiación y la sostenibilidad, la Sanidad es una inversión.

-Pero, como menciona en el libro, estamos ante un sistema sanitario con dos caras...

-Lo que yo planteo es que la Sanidad se puede contemplar desde dos caras, como una moneda. Por un lado, es una buena Sanidad, pero se ha deteriorado, que es el otro lado. Esto ocurre por los recortes, por las acciones no acertadas que se cometen desde el Gobierno. A esto se suman desafíos que no se están abordando, como le evolución demográfica, la aparición de innovaciones que tienen un alto coste o el propio desarrollo de la medicina en ámbitos como la genómica o de precisión. Son retos que si no aborda el Gobierno, y las autonomías con él, en el futuro pueden provocar que lo que hoy es bueno, mañana esté más deteriorado.

-¿Cómo deberían abordarse esos retos y desafíos?

-Hay que hacer planificación estratégica. Esto significa definir dónde queremos estar y cómo queremos ser, cuáles son nuestros puntos fuertes hoy y los débiles, y establecer líneas de trabajo conjuntas para llegar a esa dirección. Así, mediante la planificación estratégica podemos evaluar periódicamente si vamos en el buen camino. Esta es una responsabilidad compartida entre Gobierno y autonomías. Porque los factores que nos influyen, los problemas de financiación, los demográficos, la innovación tecnológica o la genómica... requieren medidas y decisiones que deben adoptarse dentro de ese marco definido.

-Esta planificación no puede ser cortoplacista, exige más de cuatro años, ¿se necesita un Pacto de Estado?

-El sistema puede hacerlo sin éste. Porque la responsabilidad del Gobierno, en sus competencias de coordinación y cohesión, le permiten tomar las decisiones de planificación estratégica. Si se hace en el marco de un pacto, mejor, pero no se requiere de forma inevitable.

-Dedica un capítulo a la colaboración público-privada. ¿Cómo debe ser esta relación?

-Transparente. Lo que se haga ha de responder a los intereses generales y siempre definiendo los ámbitos en los que no va a entrar; de tal manera que la inversión que haga la privada para entrar en la pública sea más eficiente. Que los conciertos deben ser complementarios.

-La farmacia constituye un buen ejemplo de este tipo de colaboración...

-La prestación farmacéutica cumple con los requisitos mencionados, porque la Administración provee de medicamentos a la sociedad a través de un sector privado con eficiencia.