Mallorca se consolida, una vez más, como uno de los destinos favoritos de las celebridades nacionales. En esta ocasión, ha sido Anabel Pantoja, sobrina de la icónica Isabel Pantoja, quien ha dejado constancia en redes sociales de su escapada a la isla balear junto a su pareja, David Rodríguez, padre de su hija. Un viaje breve pero intenso que ha combinado ocio, gastronomía y naturaleza, y que ha tenido como telón de fondo uno de los enclaves más espectaculares del sur mallorquín: la Playa Estanys, en la Colònia de Sant Jordi.

El motivo del desplazamiento inicial fue una boda a la que ambos estaban invitados, pero la pareja no quiso perder la oportunidad de explorar algunos de los rincones más atractivos de la isla.

Durante su estancia, disfrutaron del mar Mediterráneo, degustaron la cocina local y se alojaron en un hotel de la zona. En palabras de la propia Anabel, que compartió su experiencia a través de Instagram: “Mallorca, ya quiero volver. Tus playas, otro rollo; tus paellas, tus hoteles, tus bodas aquí…”, acompañando el mensaje con un vídeo que mostraba distintos momentos de su estancia.

Una zona muy natural

Uno de los lugares que más ha cautivado a la pareja ha sido la Playa Estanys, también conocida como Raconada de s'Estany o Molí de s'Estany. Situada a apenas siete kilómetros del municipio de Ses Salines, esta playa forma parte de una zona de alto valor ecológico que combina el encanto de su arena blanca y fina con un entorno natural prácticamente virgen.

Su acceso sencillo desde la Colònia de Sant Jordi, donde hay zonas de aparcamiento disponibles, la convierte en una opción ideal tanto para visitantes espontáneos como para turistas planificados.

En esta playa, Anabel y David aprovecharon para disfrutar de un refrescante baño en aguas turquesas, caracterizadas por su poca profundidad, perfectas para relajarse y nadar. Después, se dirigieron al restaurante 5 Illes, donde saborearon una paella en un entorno inmejorable. Sin duda, una experiencia gastronómica a la altura de un día de verano perfecto en la costa mallorquina.

Unas dunas espectaculares

Pero más allá de su apariencia paradisíaca, la Playa Estanys encierra un tesoro natural que sorprende incluso a los visitantes más habituales. En la parte posterior del arenal se extiende un sistema dunar único, donde crecen especies vegetales adaptadas a las duras condiciones del entorno, como lirios de mar, cardos marinos, sabinas y pinos. Este ecosistema, además de su valor paisajístico, es clave para la protección de la biodiversidad local.

Las aguas cristalinas también esconden otro atractivo: los fondos marinos cubiertos de praderas de posidonia oceánica, una planta fundamental para la salud del ecosistema marino. Gracias a esta riqueza, la playa se convierte en un lugar ideal para la práctica de snorkel y buceo de superficie, actividades que seguramente hayan tentado a la pareja durante su visita.

Lugar con historia

Cerca de allí se encuentran las Salinas de Sa Vall, que no solo dieron nombre al municipio de Ses Salines, sino que forman parte del Área Natural de Especial Interés de Es Trenc-Salobrar de Campos. Este entorno, de gran valor ecológico y paisajístico, suma al encanto de la zona una historia que, según algunos estudios, se remonta a la época romana.

Así, entre calas, dunas, historia y gastronomía, Anabel Pantoja ha vivido una escapada que ha dejado huella. Mallorca, una vez más, ha demostrado que su magnetismo va mucho más allá del turismo de sol y playa. Para quienes buscan belleza natural con todas las comodidades, la Playa Estanys es, sin duda, una joya por descubrir.