Transformación Digital

Cultura Digital (II): Perfiles clave en la transformación digital

Cultura Digital (II): Perfiles clave en la transformación digital
Cultura Digital (II): Perfiles clave en la transformación digitallarazon

Como decíamos en nuestro último post, para poder abordar con garantías el camino hacia la transformación digital de una empresa, es necesaria realizar una labor de dinamización de esa transformación digital.

No se trata únicamente de introducir capacidades digitales básicas en la organización y llevar a cabo una serie de iniciativas digitales, aunque es un primer paso.

El objetivo debe ser más ambicioso. Una vez definido un Plan Estratégico Digital con unos objetivos claros y un horizonte definido, las empresas necesitan perfiles que sean capaces de establecer planes de acción concretos y que puedan coordinar y gestionar los cambios de calado necesarios para abordar dicha transformación, desde la actualización de procesos y formas de trabajar, hasta el desarrollo de nuevas líneas de negocio.

Por esta razón, cada vez es más habitual que empresas que están llevando a cabo pro-cesos de transformación digital, se planteen incorporar figuras como “Directores de Transformación Digital” (“Transformer in Chief” en inglés) o “CDOs“ (“Chief Digital Officer”).

En otros casos, las empresas se apoyan en consultoras especializadas para que les ayuden a definir la hoja de ruta a seguir de una manera menos disruptiva y con una visión externa a la organización. Abordar la transformación digital de la mano de una consultora especializada, confiere una mayor flexibilidad a la misma ya que permite adaptar los objetivos, las fases del proceso a abordar y los plazos a los ciclos de la empresa y sus necesidades en cada momento.

En cualquiera de los dos casos, para que estos perfiles puedan aportar valor a la empresa, deben tener una visión global de la misma, no sólo para definir su estrategia digital, sino para poder integrar las iniciativas digitales en todas las operaciones y departamentos de la empresa, de forma que lo digital forme parte de su cultura empresarial. La introducción de valores y principios de cultura digital permiten a las empresas trabajar de una manera más colaborativa, abierta, ágil y flexible y les dota de mayores garantías para poder afrontar la transformación deseada.

La figura del Dinamizador Digital debe estar apoyada en otras estructuras dentro de la organización que gestionen, lleven a cabo y hagan seguimiento de los cambios definidos y que contribuyan a transmitir la cultura digital a toda la organización. Esta responsabilidad puede ser llevada a cabo por unidades digitales compartidas o transversales a la organización o asumida por los responsables de las distintas áreas de negocio.

Y para que la cultura digital cale a toda la organización, debe contemplar la incorporación de competencias digitales en todos los niveles. La clave para las organizaciones y los profesionales es ser capaces de ver el cambio como la oportunidad para adaptarse, aprender, reaprender, evolucionar y avanzar.

Lo que está claro es que el impacto de la digitalización requiere la adaptación de la estructura organizativa de las empresas pero no hay una solución unánime para todas. El sector en el que opera, el tipo de actividad que realiza y su madurez digital determinarán la forma de abordar estos cambios y cada empresa debe buscar la opción que mejor se adapte a su organización.

En el caso de Axel Springer, la Compañía utilizó los requerimientos de su negocio digital como punto de referencia en su reciente reorganización, incorporando aspectos de cultura digital a la gestión de toda la organización.

Otras empresas como L'Oréal han creado centros de excelencia e incorporado perfiles de transformación digital a su organización. Por su parte, Burberry promueve la transformación con la creación de diferentes Comités de Transformación e Innovación que se aseguran la presencia digital en sus operaciones y su cultura organizacional.

Estas estructuras a menudo cambian con el tiempo ya que las empresas evolucionan y lo importante es ir adaptándose a los nuevos requerimientos para ser competitivos.

El desafío digital exige a las organizaciones el desarrollo de una nueva cultura empresarial soportada sobre un conjunto de nuevas competencias en las que lo digital tiene un papel protagonista.