Pueblo
El municipio más valorado por los turistas es también uno de los más bonitos de España
Fundado en el siglo XV, este pueblo fue durante siglos uno de los puertos comerciales más importantes
Situado entre el Atlántico y los vestigios de antiguos volcanes, Garachico, en Tenerife, ha sido nombrado el municipio más acogedor del archipiélago canario, según la última edición de los Traveller Review Awards, organizados por la plataforma internacional de reservas Booking.com. Esta distinción, basada en más de 360 millones de valoraciones reales de usuarios, refuerza el atractivo de esta joya del norte de Tenerife como un destino que enamora por su autenticidad, tranquilidad y patrimonio.
“Garachico sigue consolidándose como un lugar que cautiva por su historia, entorno natural y la hospitalidad de su gente”, destacó Pilar Crespo, directora regional de Booking.com en España y Portugal. En su intervención, también subrayó la relevancia de otros lugares canarios como Villaverde, Lajares, Villa de Mazo y Tijarafe, que figuran en el ranking por su compromiso con un turismo más humano, próximo y de calidad.
Un pueblo con historia y distinciones
Fundado en el siglo XV, Garachico fue durante siglos uno de los puertos comerciales más importantes de Tenerife hasta que la erupción del volcán Trevejo en 1706 cambió para siempre su fisonomía. A pesar de la catástrofe, el pueblo supo renacer y conservar su riqueza histórica, que le valió en 1994 el reconocimiento como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico por el Gobierno de Canarias. A ello se suma la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1980) y su inclusión en la prestigiosa red de Los Pueblos Más Bonitos de España.
Pasear por su casco antiguo, uno de los mejor conservados de Canarias, es todo un viaje al pasado. Entre sus calles empedradas destacan lugares como el Castillo de San Miguel, los antiguos conventos o casonas señoriales que hoy albergan museos, espacios culturales o alojamientos con encanto.
Naturaleza en estado puro
Conocido como el corazón de la "Isla Baja", Garachico ofrece un equilibrio perfecto entre tradición, sostenibilidad y paisaje. Su costa, protegida por formaciones volcánicas, acoge las espectaculares piscinas naturales de El Caletón, un lugar ideal para el baño incluso en invierno. La zona también es perfecta para el senderismo, con rutas que serpentean por laderas de monteverde y barrancos con vistas al mar.
El puerto, antaño símbolo del poder económico de la villa, es hoy un rincón pintoresco desde donde parten embarcaciones pesqueras y de recreo, manteniendo viva la tradición marinera.
Un festín de sabores
La riqueza gastronómica de Garachico es otro de sus grandes atractivos. Como buen lugar costero, el pescado fresco es el protagonista indiscutible. Las lapas, almejas y las famosas “viejas” forman parte del recetario tradicional, que se saborea especialmente en barrios como La Caleta de Interián o El Guincho.
La repostería también tiene sello propio. Las monjas concepcionistas franciscanas continúan elaborando dulces tradicionales que forman parte del legado cultural del municipio. En el ámbito vinícola, Garachico destaca con caldos incluidos en la Denominación de Origen Ycoden-Daute-Isora, lo que lo convierte también en parada obligatoria para los amantes del enoturismo.
Alojamiento con carácter
En cuanto a hospedaje, Garachico ofrece una amplia variedad que va desde antiguos caserones restaurados convertidos en hoteles boutique hasta casas rurales con encanto. La creciente popularidad del turismo vacacional ha llevado también a la rehabilitación de viviendas tradicionales como alojamientos turísticos.