
Historia
La isla “del meridiano” que guarda el mayor secreto rupestre
Este lugar pasó de ser el "fin del mundo" y meridiano cero de los mapas a convertirse en un referente de sostenibilidad

En el imaginario clásico, las Canarias fueron “Las Afortunadas”. Islas de leyenda que algunos cronistas llegaron a emparentar con la Atlántida. En el extremo de ese archipiélago, El Hierro pasó de ser el “fin del mundo” y meridiano cero de los mapas a convertirse en un referente de sostenibilidad. Entre medias, una historia aborigen -la de los bimbaches- que dejó grabada en piedra su cosmovisión y que reaparece, con fuerza, entre volcanes y alisios.
El nombre y el "meridiano de El Hierro"
El origen del topónimo El Hierro ha inspirado teorías que apuntan a voces prehispánicas (“hero”, “esero”) o a bautizos marineros. Pero lo indiscutible es su papel cartográfico. Claudio Ptolomeo escogió la isla como referencia del meridiano cero, y durante siglos Europa difundió el llamado meridiano de Ferro (Orchilla) hasta la consolidación de Greenwich en 1884. En 1634, un decreto del cardenal Richelieu fijó oficialmente ese meridiano para la cartografía francesa.
¿Quiénes eran los bimbaches?
Antes de los castellanos, los bimbaches poblaron El Hierro. Los estudios los emparentan cultural y genéticamente con los bereberes del norte de África, como el resto de los antiguos canarios. Su vida transcurría en cuevas o construcciones de piedra seca; sin metales, fabricaban útiles de piedra, hueso y madera, y combinaban pastoreo, agricultura, pesca y recolección.
Fuera de toda épica guerrera, las fuentes describen una sociedad relativamente pacífica y autosuficiente, con toma de decisiones en tagorores (asambleas). Esa organización -sencilla pero eficaz en un territorio aislado- permitió un equilibrio notable entre recursos y población durante siglos. (Sí, democracia isleña antes de Twitter).
El Julan: petroglifos que aún no "hablan"
En la ladera volcánica de El Julan, frente al Mar de las Calmas, se conserva el conjunto más célebre de petroglifos herreños. Trazos geométricos, alfabetiformes líbico-bereber y paneles como “Los Letreros” o “Los Números” componen un paisaje ritual que los investigadores interpretan como espacio de fuerte carga simbólica. El área se visita con guía y reserva previa desde su Parque Cultural y Centro de Interpretación.
Conquista y mestizaje acelerado
La llegada de los europeos a comienzos del siglo XV -con Jean de Bethencourt entre los protagonistas de la expansión normando-castellana- trajo la incorporación de la isla a la Corona y un mestizaje rápido que diluyó la cultura bimbache como entidad diferenciada. Sus huellas, sin embargo, permanecen en topónimos, útiles y santuarios de piedra.
Hoy, El Hierro es, al mismo tiempo, Reserva de la Biosfera de la UNESCO (268,7 km² que abrazan la isla entera) y un caso de estudio global en energía limpia: la central hidroeólica Gorona del Viento permite operar la red 100% renovable durante cientos de horas al año -413 horas en 2023-, con miles de toneladas de diésel ahorradas. La población ronda los 11.000 habitantes, y la isla avanza como “laboratorio en evolución” hacia la autosuficiencia energética.
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