Gastronomía

El restaurante escondido en Toledo que es instagrameable y tiene nombre de cuento

Ubicado a las afueras de la ciudad, este local combina diseño y una carta que atrae tanto por la calidad de sus platos como por el precio de estos

Restaurante Matilde (Toledo)
Restaurante Matilde (Toledo)Restaurante Matilde

A pocos minutos del centro de Toledo, hay un restaurante que está conquistando a los que buscan "algo más". Un lugar con alma propia, donde el diseño y la gastronomía se combinan a la perfección, y en el que se puede disfrutar tanto de una cena especial como de un café o una copa en buena compañía.

Ubicado en la urbanización de Montesión, este espacio combina una terraza amplia y cómoda -ideal para los días de buen tiempo- con interiores llenos de detalles estéticos, desde lámparas vintage con flecos verdes hasta sofás fucsia y espejos cálidos que aportan personalidad y elegancia al conjunto.

Pero si algo termina de conquistar, más allá de su ambiente sofisticado, es su cocina. Su carta es variada, apetecible y con precios muy ajustados, que van desde los 12 a los 20 euros los platos más elaborados.

Una carta de lo más variada

Para empezar te ofrece una gran variedad de ensaladas, gazpacho, patatas bravas, huevos estrellados, croquetas caseras o diferentes carpaccios para seguir con los arroces y pastas: desde risotto de setas, arroz negro, fideuá con alioli, canelones, lasaña vegana o al pesto, risotto de pulpitos y queso o espaguetis con salsa de tres quesos.

A la hora de pasar a un plato principal, te esperan varias opciones de carne como brochetas de solomillo al Pedro Ximénez, pollo al curry, carrilleras de solomillo o de ternera, entrecot con guarnición, costillar a baja temperatura o hamburguesas gourmet, entre muchas otras elaboraciones.

También hay sitio para los pescados y una gran variedad de elaboraciones. Entre ellas puedes encontrar chipironcitos, pulpo, bacalao gratinado, tataki de atún, calamar a la plancha o lomo de salmón.

Postres que conquistan

Y si eres goloso y aún te queda sitio, no te olvides de probar los postres, que son una auténtica tentación. Desde clásicos como el tiramisú, arroz con leche o flan casero, hasta una delicada crema catalana, mousse de chocolate, helados artesanos o tartas irresistibles de queso, whisky o la intensa Sacher.

A todo ello se suma el servicio amable y los detalles -desde la vajilla hasta la música de fondo- pensados para que el comensal se sienta a gusto. Todo ello hace que este rincón ubicado a las afueras de Toledo se convierta en una experiencia ideal, ya sea para cenar en pareja, tomar algo con amigos o simplemente desconectar del ritmo diario y disfrutar de una propuesta gastronómica única.