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Un humorista explica cómo hablar manchego con una "miaja" de gracia: las expresiones que te harán sonar como un local

Un video viral explica con humor las expresiones más auténticas del habla de los habitantes de La Mancha

Fotomontaje de una imagen de Alvaro Casares sobre un paisaje con los molinos característicos de La Mancha
Fotomontaje de una imagen de Alvaro Casares sobre un paisaje con los molinos característicos de La ManchaÁlvaro Casares / Mi punto de partida

Hablar manchego es todo un arte. No vale con traducir palabra por palabra, porque lo importante no es solo lo que se dice, sino cómo se dice. Cada expresión tiene su gracia y su significado propio. Lo mismo te miden las cosas con "una miaja" que te mandan "anca María Luisa" sin pestañear. Y aunque no lo parezca, todo tiene su lógica, pero solo si llevas años escuchándolo.

Y eso mismo es lo que ha querido demostrar uno de los vídeos más virales de los últimos días en TikTok. "Aquí no se dice casita o qué sorpresa, aquí se dice ¡arrea!", arranca el creador de contenido Álvaro Casares, que con su habitual mezcla de humor y costumbrismo se ha lanzado a explicar cómo se habla "manchego", dirigido a "No españoles y españoles".

El vídeo, publicado en su cuenta @alvarocasaress, supera ya las 320.000 visualizaciones y ha cosechado más de 23.000 me gusta, conectando con miles de personas que reconocen -o descubren por primera vez- algunas de las expresiones más auténticas de Castilla-La Mancha.

Aunque no literalmente, desde el principio, Casares deja claro que esto no va de hablar fino. Aquí no se dice "¡qué sorpresa!", sino "¡arrea!". ¿Y si vas a visitar a alguien? Ni se te ocurra decir que vas "a casa de María Luisa"; lo correcto, según el manual no oficial del manchego de andar por casa, es decir: "voy anca María Luisa".

El vídeo continúa desgranando otras joyas lingüísticas más castizas de la tierra. Por ejemplo, aquí no se dice "tienes razón", sino un directo y contundente "tú verás", que sirve tanto para afirmar como para advertir. Y cuando se quiere hablar de una cantidad pequeña, nada de "un poquito", lo suyo es decir "una miaja", una palabra que en Castilla-La Mancha tiene medida propia.

Pero si hay algo que delata a un buen manchego es el gusto por el dulce. En el vocabulario popular, a eso de picar entre horas o dejarse llevar por los antojos golosos se le llama "galguear". Y, cómo no, la persona que lo hace con frecuencia no es otra cosa que un auténtico "galgo".

Y ya para finalizar, al creador de contenido tampoco se le escapa el clásico: si alguien se pone pesado, no le llames así. Mejor dile "cansino", que suena más manchego y arraigado.

Porque al final, hablar manchego no va de normas ni de libros, sino de costumbre, de oído y de cariño por lo nuestro. Entre "miajas", "galgos" y "ancas", esta forma de hablar y comunicar transmite mucho más de lo que parece. Tanto, que se mantiene viva con el paso del tiempo y son muchos quienes no quieren -ni pueden- despegarse de ella.