De ruta por Castilla-La Mancha: cascadas, cuevas y un fenómeno natural sin igual para descubrir en otoño

Castilla-La Mancha esconde muchos secretos y muchos lugares únicos que descubrir. Es una región no solo rica en gastronomía y patrimonio, sino también en paisajes y zonas naturales sin igual.

Cuando las borrascas den una tregua, un plan perfecto para hacer en otoño es realizar una de las muchas rutas que tiene Castilla-La Mancha a través de su naturaleza. Además, también es un muy buen momento para aprovechar a coger castañas.

Así es la ruta del nacimiento del río Mundo

En Albacete se encuentra el Parque natural de los Calares del Mundo y de la Sima. En él, está el nacimiento del río Mundo que emana desde una gruta a 80 metros de altura. Esto significa que, en la caída, se origina una cascada convirtiéndose en un espectáculo natural sin igual.

Otoño e invierno son las mejores épocas del año para visitar el nacimiento del río Mundo debido a que los diferentes chorros caerán con más fuerza debido a las lluvias.

Hay un total de tres rutas que se pueden realizar para ver la cascada y disfrutar de la naturaleza. La primera parte del pueblo de Riopár y no es apta para todas las personas dado que, aunque son solo cuatro kilómetros, hay un desnivel de 300 metros y hay que subir por unos escalones pronunciados que se encuentran justo al lado de un barranco. Además, hay que tener en cuenta que hay que llevar calzado apto de montaña dado que las escaleras pueden estar húmedas debido a la cascada.

La segunda opción es una ruta circular idónea para todas las personas. Tiene una duración total de cuatro horas y su desnivel es de 233 metros. Sin embargo, es un camino fácil de realizar que comienza en el Valle de la Vega.

Para los más aventureros existe una tercera opción. Un sendero que comienza en el Puerto del Arenal y que tiene una extensión de 8 kilómetros con 260 metros de desnivel. Desde esta ruta se podrá observar los diferentes chorros desde su mirador.

En la cascada, también se puede observar una gran cueva que tiene más de 30 kilómetros de extensión. Sin embargo, para verla por dentro se debe tener licencia de espeleología aunque también es posible contratar una excursión con las diferentes empresas que realizan este tour.