Criminalidad
Desarticulada en Valladolid una banda especializada en el robo de gasóleo
El juez ha decretado el ingreso en prisión para tres de los cuatro detenidos, a los que se les imputa hurtos en 26 explotaciones agrícolas
La Guardia Civil ha desarticulado en Valladolid una banda criminal especializada en el robo de gasóleo en explotaciones agrarias y ganaderas, a la que se le imputa, al menos, 26 robos. Además, también sustraían herramientas, baterías y se dedicaban al robo por encargo de piezas de vehículos en desguaces y los investigadores calculan que en total podrían haber sustraído más de 76.000 litros de gasóleo de los tipos A y B.
Los pormenores de la operación del instituto armado, denominada "Rocasoil", han sido dados a conocer por el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, y el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid, el coronel Juan Miguel Recio.
La identidad de los detenidos corresponde a R.B.B., de 50 años; M.A.B.R., de 53 y A.H.B., de 31, todos ellos vecinos de Valladolid, como supuestos autores de robos con fuerza cometidos en explotaciones, además del robo por encargo de piezas de vehículos en centros autorizados de tratamiento de vehículos en la provincia.
La identidad del cuarto detenido corresponde a J.O.L.G., de 47 años, en este caso como supuesto autor de un delito de recepción de las piezas robadas y parte del gasóleo en su taller de vehículos. Además, en los registros que llevaron a cabo los agentes, intervinieron tres vehículos todoterreno usados para cometer los delitos; gasóleo tipo A y B (850 litros) y todo el material necesario para su sustracción como mangueras, compresores y bidones.
El jefe de Operaciones de la Comanda de Valladolid, el teniente coronel Javier Peña de Haro, ha explicado que la operación se puso en marcha el pasado mes de febrero al registrarse una serie de hurtos en explotaciones agrícolas y ganaderas, al que se sumó la denuncia de la sustracción de 27.000 litros de gasóleo de las instalaciones de una empresa de distribución de Boecillo.
Modus operandi
Peña de Haro también ha detallado que el ‘modus operandi’ se repetía en la mayoría de los casos. Tras un reconocimiento diurno de la zona, los ladrones se desplazaban a las explotaciones, instalaciones distribuidoras de gasóleo u obra pública donde hubiese maquinaria pesada en tres vehículos todoterreno a los que habían reforzado sus suspensiones.
Los tres coches estaban equipados con todo el material necesario para cometer los robos e incluso disponían de un artefacto casero por el conectaban a las baterías de los vehículos una bomba de extracción, para la succión rápida del gasóleo de los depósitos. Cada noche que salían se hacían con entre 800 y 1200 litros de gasóleo.
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