Firme apuesta por la reinserción de los jóvenes atendidos en centros de menores

Reinserción y socialización. Esos son los objetivos a conseguir en todos los jóvenes que son atendidos en los centros de menores de Castilla y León y así lo expuso en una visita al Zambrana, en Valladolid, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, quien señaló que por estas instalaciones pasan cada año unas 200 personas, aunque actualmente cuenta con 65 plazas ocupadas.

En el centro trabajan dos centenares de profesionales entre el Área de Intervención de Reforma, donde llegan menores que cumplen con medidas impuestas por los Juzgados por haber cometido una infracción, y el Área de Intervención para la Socialización, que acoge a menores protegidos con problemas graves de conducta que, aunque no han cometido un delito, cuentan con un expediente administrativo por comportamientos como escaparse de casa, situaciones de agresividad con los padres o no acudir a sus clases de forma regular.

Aunque el aspecto exterior del Centro, con altos muros, cámaras y vigilancia han dado siempre una imagen de zona de internamiento, el interior alberga un amplio conjunto de servicios e instalaciones que tienen como fin que estos jóvenes puedan volver a la sociedad en una situación de normalidad, tal y como recordó Blanco, quien tuvo la oportunidad de conocer a algunos de los jóvenes que se encontraban en los talleres de mecánica o disfrutando de la lectura.

En este sentido, la consejera puso el foco en las actividades educativas, formativas y deportivas que se llevan a cabo en el centro, marcadas por el Juzgado, y destacó la baja tasa de reincidencia delictiva, que solo alcanza el 8 por ciento.

Además, detalló que la edad media es de 16,5 años y que el tipo de infracción más frecuente por el que ingresan son el delito de lesiones, contra la libertad sexual y el robo con violencia o intimidación, que suponen más de la mitad.

Por su parte, la directora del Zambrana, Clara Cano, señaló que la estancia media en el centro es de cinco meses y que la formación de los jóvenes es prioritaria para «prepararles para el mercado laboral» también con talleres de automoción o albañilería.