Sentido recuerdo de León y Valladolid a las víctimas de la Covid-19

Los homenajes y actos en recuerdo de las víctimas mortales de la Covid-19, de aquellos que la han padecido y de los que han luchado y siguen luchando contra la enfermedad se suceden por toda la Comunidad. En este caso fueron León y Valladolid las capitales que quisieron celebrar una eucaristía especial para todos ellos.

Así, el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, pidió ser responsables para evitar extender el coronavirus y ser «disciplinados» con las normas de las autoridades sanitarias que determinan el «bien común». «La vida del hombre debe armonizar la seguridad y la confianza, el respeto a la realidad y la esperanza; ni confinados por el miedo ni atrevimientos insensatos», afirmó durante la misa funeral en la catedral vallisoletana.

Con ello, dijo, se forjará «una unión a través de la oración para lograr el descanso eterno de los que han fallecido por la pandemia y como una expresión de afecto y de consuelo, de bálsamo» al dolor de sus familiares.

«¡Que no nos encierre el retraimiento ni presumamos de inmunidad!», afirmó para advertir que una cierta dosis de riesgo siempre acompañará a la sociedad ante un futuro en el que no se puede acabar totalmente con lo incierto.

«Caminamos hacia el futuro contando ahora con las debidas reservas de provisionalidad porque puede entrar inesperadamente lo indeseado», añadió.

Además, Ricardo Blázquez defendió el «deseo de acertar», más allá de las equivocaciones y pidió dejar a un lado las «pendencias», puesto que, recalcó, hay «mucho que hacer y reconstruir».

Por su parte, con un aforo muy reducido para mantener una amplia distancia de seguridad entre los asistentes, la catedral de León acogió una eucaristía especial programada por la Diócesis en el marco de una Jornada de Oración por todas las víctimas del coronavirus.

El obispo Julián López, acompañado por una decena de sacerdotes, ofició la ceremonia en la que advirtió de que «la peligrosa pandemia extiende todavía su amenaza» y remarcó «el tono de la rogativa y la súplica del auxilio divino» del acto a pesar de la festividad de Santiago.

Fieles habituales y algunos turistas y peregrinos asistieron también a la ceremonia en la que el canónigo Mario Gonzálezapeló, en una monición de entrada, al patrocinio del apóstol al que pidió «que acompañe a los pueblos y gentes de España que se han visto afectados por las consecuencias de la pandemia: a los fallecidos y sus familias, a los que han sido contagiados, a los que han sufrido la pérdida de su trabajo. Sin olvidar la gratitud a los que generosamente entregaron su tiempo en la lucha contra el dolor causado por la pandemia que nos afecta».