Más coordinación ante rescates en carretera por embolsamientos debido a inclemencias del tiempo

Más coordinación entre administraciones y mayor rapidez en la toma de decisiones para evitar lo que ocurrió hace dos años en el fin de semana de la festividad de Reyes en la AP-6 entre Madrid y Segovia, cuando más de un centenar de conductores quedaron atrapados en sus vehículos por un intensa nevada en la zona y sin quitanieves que pudieran despejar el camino y que tuvieron que pasar la noche en un bar del área de servicio de la localidad segoviana de Villacastín.

Esto es lo que persigue el acuerdo que han firmado este martes en Valladolid el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, y el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, por el que se pone en marcha en esta Comunidad un protocolo de actuación y gestión en la atención a personas que se queden bloqueadas o retenidas en carreteras de la Región ante una situación crítica y de emergencia provocada por la meteorología adversa.

Un protocolo que puede llegar a movilizar a las subdelegaciones del gobierno, Protección Civil de la Delegación del Gobierno, la Dirección General de Tráfico, la Agencia de Protección Civil, las delegaciones territoriales de la Junta y al Centro de Emergencias 112.

Así, a partir de ahora, una vez se tenga constancia de que hay personas bloqueadas en los espacios de embolsamiento previsto al efecto, o retenidas en la misma carretera o ambas, y que no pueden seguir el viaje por sus propios medios y se haya determinado la activación de la emergencia, el Centro de Gestión Norte de Tráfico comunicará la situación a la Delegación del Gobierno, que se encargará de reenviar la información a la Junta de Castilla y León a través de la Agencia de Protección Civil, al Centro de Emergencias 112 a sus propias subdelegaciones, y éstas a su vez se coordinarán con las delegaciones territoriales de la Junta en las provincias afectadas. Igualmente, la Delegación del Gobierno será la encargada de informar al delegado del Gobierno en las sociedades concesionarias de autopistas de peaje que se vieran involucradas.

El Protocolo establece también que en caso de que los medios activados por el 112 de la Junta de Castilla y León no pudieran llegar a los puntos en los que los viajeros estuvieran bloqueados o retenidos por medios ordinarios para poder asistirlos, se actuará de acuerdo a lo recogido en los planes de Protección Civil, pudiendo incluso solicitar la intervención de medios extraordinarios como las Fuerzas Armadas (UME).

Izquierdo, por su parte, pone el acento sobre la finalidad del protocolo en la necesidad de establecer las medidas de manera bien regulada, ya que las instituciones permanecen pero las personas cambian, y ha destacado el establecimiento de cauces de comunicación entre administraciones para actuar de la manera más ágil.

Además, el delegado del Gobierno precisa que las primeras informaciones para poner en marcha los dispositivos necesarios proceden de los boletines de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y llama la atención sobre la importancia de que los ciudadanos permanezcan al tanto de la situación del tiempo a través de la Aemet, la DGT con los distintos formatos de acceso de los que disponen estos organismos.

Y, finalmente, alerta de los pronósticos del tiempo para los próximos días apelando por ello a la responsabilidad de los ciudadanos para que, antes de emprender un viaje, consulten cual es la situación de las carreteras, lleven cadenas en sus vehículos y piensen también en la posibilidad de posponer el viaje si la situación puede ser compleja

Amplios operativos invernales

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, expresaba su máxima disposición y colaboración con todas las administraciones en las labores de rescate y servicio a la ciudadanía ante situaciones de emergencia y recordaba la puesta en servicio del Plan de Vialidad Invernal que moviliza un extenso operativo personal y material a fin de minimizar los efectos adversos de la climatología.

El operativo de la Campaña de Vialidad Invernal 2020-2021 de la Junta de Castilla y León –en funcionamiento desde el 1 de noviembre de 2020 hasta el 30 de abril de 2021- se desarrolla en coordinación con todos los ámbitos que puedan verse afectados por los riesgos invernales.

El dispositivo previsto por la Comunidad Autónoma de Castilla y León cuenta con 1.260 profesionales (de carreteras, de medio ambiente…) y 2.469 voluntarios de 110 asociaciones y agrupaciones de Protección Civil que actualmente hay en Castilla y León. A ello hay que añadir los medios materiales, 146 máquinas quitanieves y 132 almacenes de fundentes propios, que se completan con las dotaciones del Estado y de las diputaciones provinciales y ayuntamientos, todos con una clara vocación de colaboración y coordinación para reducir el tiempo de atención y respuesta, garantizando una actuación eficaz ante cualquier incidente.

El dispositivo cuenta también con la colaboración de las empresas de suministros y prestación de servicios básicos, como luz, agua, gas y combustible, telefonía, autopistas, transportes, etc., todo ello bajo la coordinación del Centro de Emergencias de Castilla y León 112.

El operativo del Estado, por su parte, dispone de 3.400 efectivos, que incluyen las 1.258 personas adscritas a las Demarcaciones de Carreteras de la Delegación del Gobierno, 1.500 agentes de la Guardia Civil, los 500 de la Unidad Militar de Emergencias y los profesionales de los Comités Ejecutivos de Emergencias, el Centro de Gestión Norte de la Dirección General de Tráfico y la Agencia Estatal de Meteorología.

Asimismo, los medios materiales comprenden 433 máquinas quitanieves, depósitos de almacenamiento de sal con capacidad para 90.000 toneladas, 103 estaciones meteorológicas, 72 plantas para fabricación de salmuera y depósitos para el almacenamiento de 4,7 millones de litros.

Todo el operativo trabaja en estrecha coordinación con la Junta de Castilla y León, diputaciones y administraciones de las regiones limítrofes con el objetivo final de garantizar la seguridad y el movimiento de personas y mercancías por carretera en estas situaciones meteorológicas adversas, previniendo la formación de placas de hielo sobre las calzadas o retirando la nieve para minimizar las perturbaciones al tránsito de vehículos.