Castilla y León sigue desangrándose en población

Castilla y León sigue desangrándose demográficamente hablando. La despoblación sigue siendo el principal problema al que se enfrenta la Comunidad. Pero no solo. ya que se trata de un asunto que afecta a toda España, pero también a la Europa de la Unión, y que requiere de medidas contundentes y urgentes para intentar contener una hemorragia que parece no tener fin.

Y es que entre enero y julio del pasado año. la Comunidad ha perdido diez mil habitantes, siendo el territorio de la España autonómica que más población perdió, el 0,42 por ciento, lo que deja el número total de personas empadronadas en Castilla y León en 2.391.308, según el informe provisional del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El estudio, que se ha dado a conocer este jueves, revela también una aportación positiva de la migración exterior que asciende a 3.004 personas. Si bien, no logró compensar el saldo vegetativo de muertes menos nacimientos, que fue de -12.668 debido a la covid.

Por el contrario, España aumentó en 18.953 personas su número de habitantes hasta julio pese al impacto de la pandemia, situándose en 47.351.567 habitantes, con un saldo migratorio positivo de 113.856 personas que compensó en parte el vegetativo de -94.057 personas. La población creció en once Comunidades Autónomas y se redujo en las seis restantes, así como en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

El saldo migratorio exterior entre autonomías fue negativo con -265 personas más que se fueron que las que llegaron a la Comunidad, también en parte por efecto de la covid, dados los confinamientos, ya que en el 2019 ese dato fue de -1.034 en esa primera mitad del año.

Además, Castilla y León registró el sexto menor saldo migratorio positivo que además fue menor que el de 4.241 personas más que entraron de otros países que las que salieron en el mismo semestre del 2019.