Pandemia

Una desescalada pausada y prudente apoyada en las vacunas

Fernández Mañueco avanza que Castilla y León “no forzará” la situación para evitar una recaída y ante la ampliación horaria para consumir en terrazas anima a aprovecharla pero con responsabilidad

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco
El presidente de la Junta, Alfonso Fernández MañuecoJCYLJCYL

Castilla y León está siendo una de las regiones de la España autonómica más restrictivas y que más medidas impopulares y duras ha tomado en este año pandemia para intentar frenar el avance de un virus que, pese a ello, ha mostrado su lado más letal y contagioso en nuestra Comunidad.

De hecho, y pese a la mejora de la situación epidemiológica en febrero, que ha provocado que el Gobierno autonómico haya levantado un poco la mano al permitir desde hace una semana la movilidad entre provincias o que este viernes las terrazas de los bares y restaurantes puedan atender al último cliente a las nueve y media de la noche en lugar de a las ocho de la tarde como ha ocurrido en los últimos diez días, Castilla y León sigue cerrada a cal y canto y no se puede salir de la Región salvo por causas justificadas, tampoco se pueden juntar más de cuatro personas no convivientes en domicilios o en espacios públicos, ni superar un tercio del aforo de los lugares de culto mientras que los centros comerciales, gimnasios, salas de juego e interior de bares y restaurantes siguen cerrados también al público.

Con esta mejoría y la llegada de la Semana Santa, se está especulando sobre la posibilidad de suavizar las medidas y de comenzar cuanto antes una desescalada que permita regresar a una cierta normalidad que estará supeditada también a un virus que sigue sin dar tregua pese a todo y que, además, no para de mutar.

Desde Castilla y León tienen claro que no quieren repetir errores pasados, como ocurrió en verano o en Navidad, y no forzarán para evitar una recaída que sería “catastrófica”, según el presidente Fernández Mañueco, ante la fatiga existente en la sociedad y también entre los trabajadores sanitarios, pero también por la delicada situación económica de muchos sectores, que siguen saliendo a las calles a protestar, desesperados por la situación en la que viven, sin ingresos y con un futuro incierto.

El presidente de la Junta confirmaba este viernes, durante la rueda de prensa que daba para anunciar el nuevo bono rural del transporte a la Demanda, que su Gobierno acometerá la desescalada “sin prisa” y con “prudencia”, pero también apoyados en la evolución de las vacunaciones.

“Seguimos estando en una situación delicada y excepcional, que requiere de decisiones excepcionales”, decía Fernández Mañueco, quien reconocía las dificultades de muchas familias y sectores afectados, como el hostelero que hoy ha vuelto a salir a las calles de Valladolid a manifestarse por su situación, a los que trasladaba su “cariño y comprensión” pero recordaba que la semana que viene podrán empezar a cobrar las ayudas directas prometidas por valor de 50.000 millones de euros para un total de 25.000 solicitudes.

Y ante la posibilidad de que a partir de este viernes mucha gente pueda acudir en masa a las terrazas aprovechando la ampliación horaria a las nueve y media además el buen tiempo, el presidente de la Junta animaba a hacerlo “pero con sentido común y responsabilidad”.

“Que cada uno haga lo que tenga que hacer pero cumpliendo las medidas establecidas e indicaciones de las autoridades sanitarias”, decía Fernández Mañueco, entre las que citaba el uso de la mascarilla cuando no se coma o se beba, no fumar y mantener la higiene de manos y la distancia social de dos metros.

Finalmente, volvía a pedir al Gobierno de España que coja el toro por los cuernos y lidere una respuesta conjunta de todas las Comunidades ante la pandemia, para evitar cometer de nuevo los mismos errores.

“Aunque cada región tiene sus particularidades necesitamos una respuesta única y es el Gobierno quien debe ejercer esa liderazgo pero coordinado con las regiones; algo que no ha hecho desde verano”, denunciaba.